La Mafia rechazó dos peticiones de apoyo a intentonas golpistas en Italia
La Mafia siciliana rechazó en 1970 y 1979 dos peticiones de apoyo para dos intentos de golpe de Estado en Italia, según las confesiones efectuadas en 1984 por el padrino arrepentido Tominaso Buscetta al juez instructor Giovanni Falcone. Estos datos figuran en una petición de revisión del juicio relacionada con la preparación de un segundo superproceso de la Mafia en Palermo, prevista para antes de finales de año.El gran proceso a la Mafia que se celebra en Palermo desde hace medio año y en el que figuran 567 acusados -casi todos ellos por indicación de Tommasso Buscetta- fue interrumpido la pasada semana por las vacaciones de verano cuando había llegado al punto más delicado y candente del sumario: el asesinato del general Carlo Alberto Dalla Chiesa y de su esposa, ocurrido cuando éste era gobernador de Palermo. El proceso se reanudará precisamente el 4 de septiembre, cuarto aniversario del asesinato del general de carabineros, que fue el gran enemigo de las Brigadas Rojas.
Esperanza y escepticismo
Palermo está viviendo el proceso con una mezcla de esperanza y de escepticismo. Para algunos, el proceso podría significar el primer golpe serio a ese pulpo al que nadie hasta ahora se ha atrevido a meterle el diente. Otros temen que los verdaderos responsables, sobre todo los implicados políticamente, se queden en la sombra y que la Mafia siga viva tras haber sacrificado durante tantos meses a la ciudad, que vive con el miedo a que la Mafia pueda vengarse en cualquier momento.
En los días anteriores a la suspensión del proceso, mientras en la capital se discutía la -enésima crisis de Gobierno, en Palermo se hacía frente el tema delicado del asesinato del gobernador y general de carabineros Dalla Chiesa. Y saltó sobre el tapete lo que La Repubblica ha denunciado como "los mil misterios de aquella matanza", que son tantos y tan peligrosos que el tribunal prefirió dar carpetazo, por el momento, y aplazar todo hasta septiembre.
Ahora se ha descubierto, como ya se sospechaba, que algunas autoridades nacionales y regionales de aquel período habían visto con malos ojos el nombramiento de Dalla Chiesa como gobernador de Palermo y fustigador de la Mafia. Éste fue recibido en la capital siciliana con frialdad y recelo, hasta el punto que semanas antes de ser asesinado, se confió a algunos periodistas, a los que expuso sus temores, y llegó incluso a pedir ayuda al cónsul norteamericano en la ciudad. Algunas de estos datos los reveló el hijo del general, Nando dalla Chiesa, sociólogo, autor de un libro de denuncia sobre el tema titulado Delito imperfecto.
Nando dalla Chiesa ha relatado a los jueces confidencias que su padre le hizo antes de morir; por ejemplo, que el grupo de políticos democristianos de la corriente de Giulio Andreotti estaba metidos "hasta las cejas" en la Mafia, que se lo contó a Andreotti y que éste "se puso pálido". Por esta razón, Nando Dalla Chiesa ha pedido que sea convocado Andreotti a declarar en el proceso.
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