Apretado triunfo de Italia, con una gran defensa en zona

JORGE FLO, La selección italiana dio un gran paso para conseguir una medalla en el Mundial de waterpolo, al derrotar al actual subcampeón, Hungría, por un apretado 9-8, un resultado que refleja la igualdad demostrada por ambos equipos.

El equipo de Italia aseguró su pase a la siguiente fase. Se cumplen así ya dos de las previsiones de Gyarmati, el entrenador húngaro, que vaticinó las victorias de Italia ante España y Hungría; su tercer anuncio, la exclusión de España de la siguiente ronda, queda pendiente para hoy.

La victoria de Italia se cimentó en tres pilares fundamentales: Maximiliano Ferreti, un jugador de apenas 20 años que demuestra una picardía impropia de su no muy amplia experiencia; la irregular actuación del portero húngaro, Peter Kuna, que, a buen seguro, no guardará un buen recuerdo de este partido; y la excelente defensa en zona que practican los italianos, y de la que su entrenador, Federico Dennerlein, se declara enamorado.

Ferreti es un gran jugador que, además de sus innegables virtudes, posee el inmenso don de estar absolutamente mimado por los árbitros. En el partido de ayer, Ferreti, plantado, como casi siempre, en la posición de avant-piquet (el equivalente a un pivote en balonmano), se hartó de empujar y agarrar a sus marcadores, en una excelente lucha por ganar la posición, con total beneplácito de la pareja arbitral, como quedó demostrado en que transcurrieron 20 minutos hasta que le fue pitada la primera falta en ataque. Se cuestione o no la actuación arbitral, Ferreti es un jugador que ha de dar muchas alegrías a Italia y muchos disgustos a las defensas contrarias durante este campeonato.

Peter Kuna, portero de los magiares, tuvo una actuación sorprendente. Alternó, durante todo el partido, paradas de mérito, que demuestran la existencia de buen guardameta, con fallos lamentables, que hacen dudar de cuál de los dos porteros es el que veremos hoy contra España.

Italia adora la defensa por zonas, muy difícil de aplicar correctamente en muchas ocasiones, pero que cuando funciona y se realiza con precisión suele llevar al equipo que la practica a la victoria sobre su rival.

La selección de Hungría se ve obligada a mejorar hoy en su juego, que no puso, salvo en el prime tiempo, en gran apuros a Italia, si quiere ver cumplida la tercera profecía de su entrenador: ganar a España hoy y apartarla de la siguiente ronda del torneo.