Manuel Estiarte
El mejor waterpolista del mundo sueña con retirarse en Barcelona 92
Manuel Estiarte nació hace 24 años en Manresa. Ha sido máximo goleador en dos juegos olímpicos, un mundial y dos europeos, y lleva dos temporadas triunfando en Italia. Hoy pronunciará el juramento de los atletas en la ceremonia inaugural de Madrid 86, y a partir de ese momento emprenderá el camino que puede llevarle a conseguir uno de sus sueños: ganar una medalla en el campeonato del mundo. El otro debe esperar todavía: a Estiarte le gustaría decir adiós a su carrera deportiva en los Juegos de Barcelona 1992, con cuatro juegos olímpicos a sus espaldas.
Manuel Estiarte empezó a dedicarse desde niño a la natación. Quería ser como su hermana Rosa -olímpica en Montreal-, pero sus marcas, bastante discretas, indujeron a su hermano Alberto a aconsejarle que dejara de nadar tanto y empezara "a pegarle a la bola". La carrera y la vida de Manuel cambiaron por completo: en los Juegos de Moscú se descubrió como uno de los mejores jugadores de Europa con sólo 18 años. Apenas era el comienzo de una trayectoria que le ha llevado a lo más alto del waterpolo mundial.En la ceremonia inaugural de los campeonatos del mundo de natación a Estiarte le corresponderá representar a la totalidad de nadadores y saltadores que toman parte en la competición: "En nombre de todos los concursantes, prometo que participaremos en este Campeonato del Mundo respetando y cumpliendo sus reglas con auténtico espíritu deportivo, para gloria del deporte y honor de nuestros equipos". Estiarte se sabe el juramento de memoria desde hace días y no oculta su emoción por el hecho de haber sido elegido para pronunciar el juramento en la plaza de toros de Las Ventas.
El waterpolista catalán ha regresado de su exilio deportivo en Italia por la puerta grande e intentará que el equipo nacional suba al podio tras la final del próximo día 22.
Aventura Italiana
A Manuel las piscinas españolas se le quedaron pequeñas hace mucho tiempo. Han pasado dos temporadas desde que dijo: "Aquí ya está todo hecho", y emprendió su aventura transalpina. Prefirió jugar en Segunda División italiana a seguir en el Club Natación Barcelona. Además, el equipo catalán apenas podía ofrecerle una beca de estudios y un salario mínimo. El Pescara le dio piso, coche, una ficha de cinco millones, incrementada después en un 20%, y un sueldo mensual de 90.000 pesetas.En su primera temporada el equipo ascendió a Primera y se proclamó campeón de Copa. Estiarte consiguió seis goles en la final. En ésta llegó a las semifinales de la Recopa, fue subcampeón de Liga, y después del Mundial tratará de revalidar la Copa. Lo tiene todo en Italia. Ha renovado su contrato por dos años más y dice encontrarse "de fábula" en Pescara. Desde hace casi un año, una italiana, Silvia, su novia, contribuye a ello.
En España, sus 175 centímetros y sus 70 kilos pasan desapercibidos para casi todo el mundo. Sin embargo, los cuartos puestos conseguidos por nuestro país en Moscú y Los Angeles tienen mucho que ver con este inquieto muchacho manresano que, pese a vivir en Italia, conserva íntegro su acento catalán.
Barcelona 92
Su vuelta a España para disputar el Mundial tiene un significado muy especial para él. A pesar de las muchas competiciones que ha vivido, llevaba años soñando con representar a España ante su propio público. Le fastidia que en España su deporte sea desconocido, pero eso es algo que intentará remediar en Madrid. Hace algún tiempo declaró: "Estoy harto de que se diga que España practica el mejor waterpolo del mundo. Tenemos que ser los primeros. Ahora España tiene equipo para estar arriba y jugamos ante nuestro público". Por el momento es lo que más le importa, pero, aunque no ha hecho planes para el futuro a muy largo plazo, aún le queda otro sueño por cumplir: "Lo que más me gustaría es despedirme del waterpolo en la olimpiada de Barcelona. Despedirme en casa después de haber participado en cuatro juegos es lo más que puedo desear".
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