_
_
_
_

Decretada la 'alerta roja' antiterrorista en la India

Un separatista sij se responsabilizó el pasado domingo por la noche del asesinato del general Arun Vaidya, jefe del Estado Mayor del Ejército de la India cuando se produjo el asalto al Templo Dorado de Arriritsar en junio de 1984. Los funerales por el general Vaidya se celebraron ayer en medio de fuertes medidas de seguridad -inmediatamente después del atentado fue decretada la alerta roja antiterrorista-, y precedidos por una huelga de protesta.El presunto asesino, que guardó el anonimato, informó de su acción en una llamada telefónica a la delegación de la agencia de noticias UNI en Pune (Estado de Maharashtra, al oeste de la India), donde Vaidya fue asesinado a tiros el domingo por la mañana. El indivíduo, que hablaba en hindi, se presentó como un ciudadano de Jalistán, la nación por cuya independencia luchan los sijs en el Estado de Punjab (al norte de la India).

Mientras tanto, los periódicos indios denunciaban ayer fallos del dispositivo de protección que, en su opinión, permitieron la realización del atentado.

A este respecto, la agencia india PTI cita al jefe de la policía de Pune, M. J. Misar, según el cual "los dispositivos en materia de seguridad resultaron incapaces" de asegurar la protección del general.

Nada más conocerse la noticia del asesinato, el Ministerio del Interior decretó una alerta roja antiterrorista y reforzó la vigilancia policial en los aeropuertos, estaciones de tren y autobuses y otros lugares estratégicos.

El Parlamento de Nueva Delhi dispuso un día de luto nacional y las fuerzas de seguridad del Estado de Maharashtra lanzaron una vasta campaña de búsqueda en persecución de los asesinos. En Pune, las escuelas y la mayoría de las oficinas y tiendas permanecieron cerradas para sumarse a una huelga de protesta convocada a última hora del domingo por varios partidos hindúes de la ciudad.

El general Vaidya, de 60 años, resultó herido de muerte en la cabeza y el cuello por los disparos de un comando de cuatro hombres que circulaban en dos motos. La esposa de Vaídya fue alcanzada por una bala en el muslo. Cuando se produjo el crimen, el matrimo nio regresaba a su casa en automóvil tras haber realizado una compras en el centro de la ciudad. El ex jefe del Ejército indio -se retiró hace seis meses- había recibido numerosas amenazas de muerte.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_