Gazapos, errores y confusiones en EL PAÍS /y 2

Confundidos están numerosos lectores de EL PAÍS ante la publicación el pasado 13 de julio en las páginas de Estilo del suplemento dominical del reportaje Peques a la última. Niños de nueve a 11 años exhibían la última moda en prendas infantiles sobre lujosos vehículos en fotos donde ellas aparecían maquillándose y algún chaval fumando. Entre nuestros comunicantes, la maestra belga Sylvinne van Keirsbilck considera triste y grave la utilización de los pequeños para esta publicidad. En el reportaje se comentan las características de los trajecitos que lucen, cuyos conjuntos -chaqueta, pantalón y camisa- pueden llegar a costar 25.000, 15.000 o 19.000 pesetas, sin contar los complementos del atuendo, desde los zapatos hasta las gafas, relojes, pulseras y collares.Jose Manuel Martín Medem, desde Madrid, escribe la crítica más dura: "Vaya por delante que una de las fotos del mencionado reportaje incluye una descarada publicidad encubierta de Coca-Cola. Pero lo más repugnante se refiere a la utilización de menores de edad para alentar hábitos de consumo que reproducen además los papeles tradicionales del hombre y la mujer", y plantea al defensor de los lectores los siguientes interrogantes: "¿Es realmente la línea de EL PAÍS alentar el consumo del tabaco en menores de edad? ¿Lo es recomendar indirecta pero eficazmente la Coca-Cola? ¿Corresponde a la filosofía del periódico esa división de roles que sitúa al chaval fumador y consolidado por su gran automóvil mientras la niña asume el papel de objeto de adorno sobre la capota retocando su maquillaje? ¿Qué tienen que ver con el ambiente de los chavales españoles los grandes coches y las motos espectaculares de Estados Unidos? ¿Cuántas familias de un país con tres millones de parados pueden vestir a sus hijos con ropas que en conjunto oscilan entre 15.000 y 20.000 pesetas?".

Estas críticas no son nuevas, aunque en esta ocasión la utiliza, ción de niños como modelos ha rozado más fuerte la sensibilidad de los lectores. En otras ocasiones, como por ejemplo en las pasadas Navidades, también recibimos quejas por los diseños que anunciaban vestidos de fiesta, cuyos modelos o conjuntos sobrepasaban las 100.000 pesetas. En el mismo número de El País Semanal se daba a elegir entre "114 caprichos" como propuestas de regalos para las fiestas, y en la lista, el 50% de los objetos superaba las 10.000 pesetas, pasaban de las 20.000 y 40.000 pesetas y llegaban a las 115.000 pesetas por un kart infantil.

Las duras observaciones de los lectores al reportaje Peques a la última no las hemos podido transmitir ni conocer la opinión de los responsables de El País Semanal por encontrarse estos días de vacaciones. Sí hemos contactado con la autora del artículo, Renée López de Haro, quien se ha mostrado sorprendida por el rechazo de algunos lectores y considera que informar del sector de la moda infantil no sólo es correcto, sino que tiene un numeroso público que hace posible el auge de esta industria.

Las 'mafías' del ajedrez

En su sección habitual de ajedrez de El País Semanal, Héctor B. Kuperman escribía el pasado 29 de junio un breve artículo sobre la polémica entre el campeón del mundo, Kasparov, y el presidente de la Federación Internacional de Ajedrez, Campomanes. En relación con este texto, Ricardo Calvo, que fue candidato en 1984 a la presidencia de la Federación Española de Ajedrez, desde Colmenarejo (Madrid) protesta: "Se habla allí del enfrentamiento de Kasparov contra Campomanes y contra otros dirigentes, omitiendo toda referencia a Román Torán y a la Federación Española de Ajedrez. Kasparov ha criticado reciente, pública y repetidamente la actitud maflosa de los dirigentes españoles actuales. Cuesta creer que su columnista Kuperman no esté enterado de lo que es la noticia más candente en ajedrez. Me veo obligado a preguntarle ahora si su diario va a permitir esta indirecta desvirtuación de los hechos, y si hay que pensar que el señor Kuperman ha decidido servir los intereses de la mafia".

La respuesta de Kuperman a Ricardo Calvo es concreta: "En EL PAIS del 2 de junio, a cuatro columnas, se titulaba Kasparov incluye a la federación española en la 'mafia', y en dicha información se reprodujeron las frases críticas en las cuales el campeón del mundo enjuiciaba a la Federación Española de Ajedrez y mencionaba la colaboración de Torán con Campomanes. Queda bien claro que EL PAÍS no ha omitido las referencias críticas al presidente de la federación española. En la crónica del 29 de junio de El País Semanal sintetizo las declaraciones del campeón mundial Kasparov en su lucha contra Campomanes e informo que Kasparov ha donado el premio en metálico que le corresponderá al término del encuentro del campeonato mundial en favor de las víctimas del desastre atómico de Chernobil. Las diferencias existentes entre Kasparov y el grupo de directivos españoles, venezolanos, tunecinos, asiáticos y soviéticos que apoyan la gestión del presidente Campomanes son un aspecto del problema existente, ajeno al espíritu de la citada crónica del suplemento dominical".

Gazapos habituales y niña en Vida Social

El primero de los tres gazapos recogidos por orden cronológico de publicación en los últimos días apareció en el editorial del pasado día 21 titulado La boda, en el que se anunciaban los preparativos del enlace matrimonial del príncipe Andrés de Inglaterra y Sarah Ferguson. Al citar la comercialización que se estaba haciendo de la boda se decía textualmente: "...y toda la parafernalia del souvenir", Si bien el término parafernalia es de uso frecuente, en la última edición del Diccionario de la Lengua Española no aparece como voz del castellano.

El viernes día 25, en una de las dos páginas dedicadas a Ernest Hemingway, en el artículo firmado por Cándido Pérez Gállego titulado Ecos y sombras de dos disparos de rifie, se publicaba una de las fotos más conocidas del autor de El viejo y el mar, donde luce su barba de perfil, tocado con la gorra de visera, y los ojos a través de las amplias gafas mirando al suelo; una imagen, en suma, de su gran vitalidad. El pie de foto decía: "Hemingway, antes del suicidio". Era evidente que la imagen no era después del suicidio.

Dos días más tarde, en un reportaje firmado por Andrés Manzano y publicado en la sección de Madrid sobre El entramado militar de la capital se mencionaban como pueblos del área metropolitana a Boadilla del Monte, Pozuelo de Alarcón... Alcalá de Henares. El lector Miguel Ángel Areses protesta y aclara: "¿Ignora dicho articulista que Alcalá de Henares posee el único título de Ciudad de la provincia de Madrid? Desconoce que le fue concedido dicho título por la real cédula dada por Carlos II en Aranjuez con fecha del 5 de mayo de 1687? ¿Ignora que Madrid sólo es Villa y Corte?". Queda aclarado que Alcalá antiguamente gozaba, por ser ciudad, de mayores preeminencias que las villas.

El pasado día 28, entre los cumpleaños de Vida Social se publicaba: "Hoy, día 28, cumplen años las siguientes personas: Txiki Benegas, secretario de Organización del PSOE, 38; Jacqueline Bouvier, viuda de John F. Kennedy y de Aristóteles Onassis, 57. Mañana, día 29, cumplen años las siguientes personas: Marta Carriepo García, estudiante, 11; Faustino Rupérez, director ciclista, 30; Alberto Oliart, ex ministro de Defensa y de Industria, 58". La sorpresa era encontrar entre los que se denominan representantes de la vida social a una niña de 11 años. Hubo comentarios y preguntas sobre quién era este personaje que invadía, sin al parecer ninguna relevancia social, esta parcela. La realidad es más sencilla que los comentarios que hemos escuchado. Ni es familiar de quien escribe la sección ni un compromiso de los que dirigen EL PAÍS. Simplemente, Marta escribió al director: "Salamanca, 13 de julio de 1986. Don Juan Luis Cebrián. Muy señor mío: Como mi padre compra todos los días EL PAÍS, veo que en el periódico hay una sección para los cumpleaños, y me gustaría si es posible que el día 29 de julio figure entre los que hoy cumplen años: Marta Carnero García, estudiante, 11 años. Muchas gracias. Marta".

Vacaciones del defensor de los lectores. Durante los próximos domingos del mes de agosto no se publicará esta columna del ombudsman. Las cartas de los lectores donde reflejen sus quejas o comentarios sobre los temas publicados en EL PAÍS serán recogidas en la secretaría durante estas semanas de vacaciones y contestadas en el periódico en el mes de septiembre.