Tom Hardison,
taxista de Nashville (EE UU), acudió a los tribunales el pasado 18 de abril para exigir a la Corona de España daños y perjuicios por no haberle sido reembolsado un bono del Estado que data de 1836 y que le había sido entregado por un amigo británico. El juez de la localidad, Bill Higgins, acaba de fallar a su favor al no haber obtenido respuesta de la Casa Real, a la que había citado a juicio, ni de sus representantes legales. Aunque reconoce que a causa de la incomparecencia no ha podido "profundizar en el caso", ha condenado a la Corona española a pagar a Hardison 7.050 dólares, el valor del bono más los intereses. El reclamante había acudido con anterioridad a la Embajada de España en Estados Unidos, donde en un primer momento se interesaron por el tema, pero luego le contestaron que ya estaba cerrado. El embajador de España, Gabriel Mañueco, declaró por su parte que el bono se remonta a la época de la primera guerra carlista, y añadió: "El caso es muy complejo y una curiosidad. No tiene ningún aspecto político".
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