El Popular aumenta un 15,5%, sus beneficios en el primer semestre

El Banco Popular ha incrementado sus beneficios antes de impuestos en un 15,5% en el primer semestre del año, según informó ayer el secretario general técnico de la entidad, Manuel Martín. Las cifras se elevan a 7.249 millones de pesetas, que con los resultados esperados para la segunda parte del año permitirán "repartir a los accionistas un dividendo algo superior al del pasado ejercicio". En 1985 el dividendo a repartir fue aumentado en un 44,2%.La cifra de morosos muestra un fuerte deterioro con respecto a 1985, ya que ha aumentado en un 20,7%, consecuencia, en parte de la suspensión de pagos de Orbegozo. La cobertura ha descendido comparativamente, como consecuencia de que "esos saldos representan ya menos del 1,5% del riesgo total". Las provisiones para insolvencias han sido de 1.826 millones de pesetas, un 48,8% menos que en el primer semestre de 1985. Por el contrario, las coberturas para pensiones (1.402 millones de pesetas) y riesgo-país (3.515 millones) han tenido un espectacular incremento, del 89,6% en conjunto. El Banco Popular mantiene un riesgo con países en dificultades de 16.900 millones de pesetas.

A pesar de la buena marcha del banco, Manuel Martín rechazó "esa idea, cada vez más extendida, de que la banca gana más dinero con los socialistas". A su juicio, esa opinión no se sostiene si se analiza la evolución de los resultados en pesetas constantes.

Para Manuel Martín, "es natural que los políticos utilicen como eslogan los mayores beneficios aparentes para acusar al socialismo de derechización". Pero la realidad, afirmó, es que el Gobierno está atacando a la banca en cuatro frentes a la vez: forzando a los bancos a competir entre ellos, pagando menos las inversiones cautivas, estimulando a los clientes a que discutan los pagos y retirando de los bancos gran parte de su negocio tradicional.

El 'error Roca'

El secretario general técnico del Banco Popular admitió que los créditos electorales otorgados a la opción reformista encabezada por Miquel Roca "fue un error más de los muchos que se cometen". Aunque el negocio no ha podido ser peor, afirmó que las críticas, dirigidas sólo a este crédito del total de nueve concedidos, no parecen entender que la democracia es algo distinto de una valoración del riesgo comercial.

Los técnicos habían aconsejado proporcionar a Roca el mismo dinero que a Suárez, sobre la previsión de que obtendría una veintena de escaños, cálculo que resultó también equivocado. Sin embargo, Manuel Martín justificó la decisión de los grandes bancos en un intento de integrar el nacionalismo catalán en la política española.