Un teniente y un guardia civil al explosionar una bomba trampa en Giúpúzcoa
El teniente de la Guardia Civil Ignacio Maten Isturiz -hijo del magistrado José Francisco Mateu, asesinado por ETA en Madrid en 1978- y el guardia segundo Adrián González Revilla murieron ayer por la mañana al hacer explosión ama bomba trampa que había sido colocada en las inmediaciones, de la casa-cuartel de Aretxabaleta (Guipúzcoa). Horas antes, el cuartel de la Guardia Civil de Ordizia, también en Guipúzcoa, fue atacado con granadas de carga hueca que causaron tres heridos leves entre los guardias del acuartelamiento.
El artefacto que causó la muerte al teniente Mateu y al guardia González era una bomba trampa colocada entre la hierba, en una zona próxima al cuartel, y que hizo expeccionaban el lugar, después de haber descubierto con anterioridad una granada, que fue explosionada sin que causara daños. Los guardias civiles llevaban a cabo esta tarea después de que, sobre las 6.40, unos desconocidos lanzaran una granada que cayó a unos 50 metros del. cuartel.A las 3.20, cuatro granadas con carga hueca fueron lanzadas contra el cuartel de la Guardia Civil en la población guipuzcoana de Ordizia. Los tres guardias civiles de guardia repelieron la agresión, sin que se conozcan los resultados de esta acción.
El teniente Mateu ingresó en la Guardia Civil, después de solicitarlo expresamente del Rey, tras el asesinato de su padre, a manos de ETA, en Madrid, en 1978. Mateu padre se opuso a que su hijo ingresase en la Guardia Civil al iniciar sus estudios en la Academia General Militar, advirtiéndole que con uno en la familia que esté amenazado ya es bastante-.
Por otra parte, al menos 13 personas fueron hospitalizadas ayer por la noche en San Sebastián, como consecuencia de los incidentes ocurridos en la capital donostiarra al reprimir la policía una manifestación no autorizada de los comités de apoyo a los refugiados. El centro de San Sebastián se convirtió por unas horas en un auténtico campo de batalla, como consecuencia de la actitud de los manifestantes y de la contundencia policial.
En el sur de Francia, al menos 26 personas han sido detenidas desde que el viernes comenzara una marcha de protesta contra las recientes expulsiones a España de presuntos activistas de ETA. Ayer, en San Juan de Luz, en Biarritz y en Bayona, la policía detuvo a varias personas que intentaban ponerse en marcha para iniciar manifestaciones que confluyesen en la frontera franco-española con las previstas en el País Vasco español. Todas estas acciones tenían como origen inmediato la entrega a la policía española de José Varona y Juan Navarrete.
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