El juez Forteza ordena la detención del jefe de la Brigada de Policía Judicial de Valencia
Guillermo Forteza, titular del Juzgado de Instrucción número 14 de Valencia, dejó ayer en libertad sin fianza al subcomisario Miguel Herrero y a los dueños de clubes que le acusaron de corrupción. Acto seguido ordenó la detención por presunta prevaricación de Vicente Perales, jefe de la Brigada Regional de Policía Judicial, y Antonio López, jefe del Grupo de Estupefacientes de Valencia, encargados de elaborar la denuncia contra Herrero. Se confirmaría así la hipótesis de que Forteza ha pretendidó demostrar que Herrero fue víctima de un montaje. Pese a ello, los denunciantes insisten en que entregaron el dinero a Herrero, de quien es conocida su amistad con el juez. Las detenciones causaron profundo malestar en medios policiales y judiciales, que pidieron "soluciones urgentes".
La detención de Perales y López fue ordenada a mediodía de ayer al tiempo que el subcomisario Herrero quedaba en libertad. El hecho coincide además con la decisión de la Fiscalía de Valencia, conocida ayer, de solicitar el sobreseimiento de las diligencias previas por prevaricación instruidas contra ambos policías. Forteza ya estuvo a punto de ordenar la detención de los dos comisarios e incluso del propio jefe superior de Policía de Valencia, Carlos Gómez de Ramón, cuando todos ellos fueron llamados a declarar hace una semana como instructores del caso Herrero. La detención fue evitada in extremis, en aquella ocasión.Forteza y Herrero mantienen desde hace tiempo una relación de amistad. Ambos han sido vistos frecuentemente juntos a cualquier hora del día y la noche en las últimas semanas y también en los días siguientes a la presentación de la denuncia, el 8 de julio. Ese mismo día, Forteza y Herrero, junto con los titulares de los juzgados 6 y 16 de Instrucción y varios policías, almorzaron juntos. Durante esta reunión el juez Forteza telefoneó varias veces a la Jefatura de Policía y pidió sin conseguirlo que un comisario se presentara de inmediato "para arreglar este asunto que no está nada claro".
El juez Forteza ha sido objeto de una investigación por parte del Consejo General del Poder Judicial a raíz de que este periódico publicara algunas de sus actuaciones irregulares. Ayer mismo, la detención de Perales y López, sobre la que medios policiales vertían calificativos irreproducibles, motivó llamadas telefónicas y contactos personales entre la Dirección General de la Policía y la Fiscalía General del Estado.
El caso Herrero recayó en el juzgado de Forteza, pese a que existían recomendaciones expresas del juez que recibió en la guardia la denuncia de que debía ir a cualquier juzgado menos al 6, 14 y 16. Sus titulares, especialmente el primero y el último, mantienen excelentes relaciones personales con Miguel Herrero.
Miguel Herrero sostuvo desde su primera declaración, el día 11 que "todo" era mentira y sugirió la existencia de un montaje. Forteza parece haber dado crédito a esta tesis y, según testigos presenciales de las varias declaraciones tomadas a Vicente Perales, "ha dado mil y una vuelta? para intentar demostrarlo. Oficialmente, a Perales y López se les imputa no haber detenido a los dueños de los clubes y haber tardado seis días en llevarlos ante el Juzgado. El haber pasado 10 días en prisión no ha evitado que los denunciantes se hayan ratificado en todo momento en su denuncia, aunque con pequeñas modificaciones, tales como que no estuvieron asistidos de abogados.
A primera hora de la noche de ayer, la delegación valenciana del Sindicato de Comisarios de Policía (SCP) hacía pública una nota en la que expresaba su apoyo a los dos comisarios detenidos por orden judicial a los que califica como "personas de honorabilidad intachable".
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