Atentado terrorista

A la llamada de todos los partidos políticos, los sindicatos y el alcalde de la capital, los habitantes de Madrid guardaron, el martes 15 de julio a mediodía, tres minutos de silencio. Se trataba de protestar contra el atentado del que fue escenario su ciudad y del que nadie duda sea obra de ETA militar. ( ... )Puede parecer absurdo que los españoles no dispongan de otra arma para rebelarse contra esta carnicería que el silencio: cómo no ver un símbolo de su trágica impotencia frente a una violencia más repugnante todavía cuando parece desprovista de sentido. Impotencia ante todo de las autoridades: a pesar de los periódicos comunicados gubernamentales que en tono triunfalista anuncian desde hace una media docena años el desmantelamiento imminente, ETA militar ha demostrado una vez más, en el corazón del reino, que se tiene que seguir contando con ella.

¿Es el problema vasco insoluble -como lo fue para el franquismo, que lo agravó, y para los Gobiernos centristas- para los socialistas, que ahora inician su segunda legislatura? (...)

En las elecciones legislativas del 22 de junio, la coalición Herri Batasuna, que reconoce ser el brazo político de ETA militar, ha visto sus votos aumentar un 10% en detrimento de los moderados del PNV, formación mayoritaria en la región, que se enfrenta a una importante crisis interna.

Los socialistas, también han sufrido un revés electoral en el País Vasco, y pueden inquietarse al ver que la relación de fuerzas evoluciona en el campo nacionalista a favor de los radicales.

Su partido intentó discretamente, tras su victoria electoral de 1982, iniciar un diálogo con la dirección de ETA, pero ya no quiere oír hablar de tal solución, sería como "recompensar al terrorismo".