El presunto "número uno" de ETA encuentra en Gabón

Domingo Iturbe Abasollo, Txomin, considerado el número uno de ETA Militar, llegó en la mañana de ayer a Libreville, capital de Gabón, país al que fue expulsado por el Gobierno francés. Christianne Fando, ahogada de Txomin, manifestó que desconocía oficialmente si Iturbe estaba ya en Gabón, pero fuentes gubernamentales españolas y el propio embajador español en Libreville, Joaquín Pérez Gómez, confirmaron que el presunto dirigente etarra había llegado por la mañana a Libreville por vía aérea, procedente de París.

El anuncio hecho hace varios días de la inminente expulsión de Txomin originó un prudente optimismo en el Gobierno español y fuertes críticas entre algunos partidos nacionalistas vascos. La senadora y portavoz del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE), Ana Miranda, declaró ayer que la deportación demuestra que, "si a alguno se le había pasado por la imaginación la posibilidad de entablar una especie de negociación del tipo que sea, la cosa no va a ir por ahí".Por su parte, Txomin Ziluaga, diputado y miembro de la Mesa Nacional de Herri Batasuna (HB), dijo: "Si el PSOE sigue con esta política de represión y de deportaciones, será el responsable de la falta de solución a todos los problemas que vivimos y del mantenimiento de la situación actual en Euskadi". Ziluaga criticó con dureza la política de expulsiones del Gobierno francés.Mientras el PSE-PSOE valora positivamente la noticia, el Partido Nacionalista Vasco, que estudiará la cuestión el próximo miércoles en la reunión de su- consejo nacional, no ve la medida con buenos ojos. Alguno de los destacados dirigentes del PNV entiende que la expulsión de Txomin es un gesto negativo para encontrar fórmulas de negociación con ETA. HB cree que se trata de un elemento más de una política represiva condenada al fracaso, y Euskadiko Ezkerra (EE) entiende que el alejamiento de Txomin puede ser un buen momento para que ETA reflexione y abandone las armas.

Jaime Mayor Oreja, portavoz de Coalición Popular (CP) en el Parlamento vasco, dijo que la actitud del Gobierno francés refleja "una especial preocupación digna de aplauso".

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