La 'manzana del cine'

La apertura, el pasado 5 de junio, de los cines Renoir, compuestos por cuatro salas, ha convertido a la calle de Martín de los Heros en un foco de proyección de películas de calidad. Situados al lado de los Alphaville -que cuentan con otras cuatro-, en ese tramo de calle se muestran filmes en versión original. Si se cruza un pasadizo en el que dos escondidos cines X proyectan porno duro y se sale a Princesa, se llega a la Filmoteca y al Torre de Madrid. En total son 12 salas, que convierten a esa zona en la manzana del cine.

Los porteros de los cines Renoir han repetido ya muchas veces a los curiosos que sus salas no tienen nada que ver con las Alphaville, ya que, a primera vista, el concepto y la distribución de ambos locales resulta muy similar. Los Renoir ocupan el número 12 de la calle y los Alphaville, el 14."Una mayor oferta siempre es una comodidad", dice una joven de Vitoria que cuando viene a Madrid se pasa por los Alphaville. Un hombre de unos 35 años hace la siguiente observación: "La comodidad es una ventaja, pero creo que al cine se supone que se va a ver algo en concreto, y el que haya muchas salas, como si fuesen bares, puede perjudicar el sentido selectivo e intencionado del espectador".

Enrique González Macho tiene 38 años y se considera "un vicioso del cine". Ese vicio le ha llevado, junto a otros dos socios, a embarcarse en la aventura de abrir los Renoir, que suman en total unas 450 localidades. Alrededor de 90 millones, que esperan cubrir en 10 años, dice que ha costado esta iniciativa.

Con un mes de rodaje, González Macho se muestra satisfecho porque las películas están teniendo éxito y se han hecho realidad sus criterios como exhibidor. "Éstos son que los filmes siempre sean en versión original", declara, "y que haya buena proyección, buen sonido y confort. No artesonados mudéjares, pero sí comodidad".

Estudiantes y jubilados

Para llamar la atención de los espectadores, la primera sesión los días de diario se ofrece a precio reducido para estudiantes y jubilados. González Macho, antes de montar estas salas, fue jefe de producción, desde que tenía 21 años hasta 1979, de filmes de muchos directores que ahora son importantes, como Manuel Gutiérrez Aragón o José Luis García Sánchez, entre otros.El mundo de la distribución tampoco le resulta ajeno, pues durante años se dedicó a distribuir en España lo más destacado del cine soviético. En su cinemateca hay más de 250 títulos de esa nacionalidad, y va a intentar que desde sus salas se conozca mejor su cinematografía.

A Patxi Irigoyen, uno de los responsables de los Alphaville, le parece bien que los cines Renoir se hayan abierto, incluso con la competencia que eso supone.

"No es nada extraordinario", dice, "en París hay una calle con 20 salas en 200 metros en las que se proyecta cine de calidad. Creo que cada película tiene su público, y me parece muy beneficioso que Madrid se esté convirtiendo en una de las ciudades en las que se pueden ver más filmes en versión original".

Los Alphaville, con unas 700 localidades en total, cumplirán nueve años en noviembre, e Irigoyen piensa que han logrado "un estilo de la casa", que el público reconoce en el hecho de que no se ofrecen reposiciones ni material de filmoteca.

Dejando los Alphaville y los Renoir, un espectador puede aspirar a las emociones fuertes de las dos salas X situadas en el pasaje de Martín de los Heros. Vicios de sociedad y Mujeres calientes para hombres muy cachondos, esta última anunciada como ganadora de "cuatro oscars eróticos", se ofrecen a curiosos y extraños. En la Filmoteca Española, un ciclo dedicado a Paulo Branco y otro a la guerra civil española completan la oferta, junto a Indiana Jones y el templo maldito, que se proyecta en el Torre de Madrid. Una variada oferta en sólo una manzana.