El Banesto acuerda devolver a Al Baraka y Uranian Business la inversión efectuada en Tierras de Almería
El Banco Español de Crédito (Banesto), la Banca Garriga Nogués y las sociedades inversoras Uranian Business y Dawn Investments, filial de Al Baraka Investment & Development Co., llegaron el pasado miércoles, 2 de julio, en Barcelona al acuerdo de rescindir la operación de compraventa de Quash-Tierras de Almería, firmado en julio del pasado año, y devolver a las dos sociedades compradoras las cantidades invertidas como consecuencia de aquella operación.
La materialización de este acuerdo queda, sin embargo, pendiente del arbitraje encomendado a Santiago Foncillas, como árbitro único, a cuyo dictamen se someten las partes, que han determinado conceder a Foncillas un plazo de 15 días a partir del citado 2 de julio para que efectúe su dictamen.Es muy probable, sin embargo, que no neceslite consumir el plazo entero y, de acuerdo con las fuentes consultadas, el fallo tenga lugar esta misma semana. Las dos sociedades extranjeras dan por sentado que el árbitro respetará el preacuerdo alcanzado con el Banco Español de Crédito para la devolución de la inversión efectuada. En concreto, Banesto pagará a Al Baraka 11 millones de dólares, que fue la inversión efectuada, mientras Uranian irecibirá 8,5 imillones de dólares.
El grupo árabe Al Baraka, matriz de la firma holandesa Dawn Investment BV, espera presentar la próxima semanala documentación oportuna ante la Dirección General de Transacciones Exteriores para que autorice la salida de las citadas divisas, con lo que se pondrá fin a la experiencia del holding en España. La eventualidad de acudir a un pleito, que ha estado planeando durante las últimas semanas, se ha resuelto así en base a intensas conversaciones que han llevado al nombramiento del árbitro único, que deberá definir la naturaleza jurídica de esa inversión y la solución adecuada.
Baraka significa en árabe don divino y, por extensión, suerte. La mansión de Adnan Kashogui en Marbella se llama también La Baraka. Pero el grupo Al Baraka no ha tenido suerte en Almería. Y lo supo a los pocos meses de entrar en la aventura de Quash. Un asunto al que llegó bastante de rebote, a través de su filial holandesa, que buscaba una inversión agrícola en el sur de España.
Al Baraka, una compañía holding árabe, presidida por el jeque Saleh Kamel, en la que participan varios bancos saudíes, efectuó el pago inicial de 11 millones de dólares, por 9 de Uranian, extendiendo pagarés por la cantidad restante que se comprometía a pagar. El montante global de la compleja operación ideada por Garriga Nogués se elevaba a 25.000 millones de pesetas. La presidencia de Quash quedó en manos de un hombre de Al Baraka, Ahmed Moussa, de nacionalidad española.
Compradores defraudados
Como quiera que las expectativas de la operación chocaron pronto con la realidad de la explotación, los compradores, especialmente el grupo árabe, se sintieron defraudados, ante lo cual la gerencia de Garriga Nogues extendió un documento notarial que mejoraba sensiblemente la posición de los compradores, puesto que venía a reconocer el derecho de recuperar la inversión y retirarse de Quash.Santiago Foncillas no va a tener un trabajo fácil. Entrar a fondo en el problema supondrá examinar kilos de documentos e hincarle el diente, siquiera colateralmente, a un asunto espinoso como es el caso Garriga Nogués.
La venta del grupo Quash-Tierras de Almería, que se anunció como la mayor inversión de capital extranjero en 1985, tuvo su origen en los intentos de Javier de la Rosa, vicepresidente y consejero delegado de la Garriga Nogués, por buscar un comprador extranjero que resarciera a la entidad de la fuerte inversión efectuada en la explotación. De la Rosa trabajó en esta línea buscando compradores entre sus amigos árabes y el súbdito suizo David Grebler, representante del banco holandés Amro Bank, residente en Barcelona.
Ya en 1983 se había llegado a un acuerdo de venta con un grupo árabe por 180 millones de dólares, operación malograda a causa de la aproximación de España a Israel. En enero de 1984 se replanteó la operación y hubo un principio de acuerdo con Jaled Ben Ibrain, cuñado del rey Fahd de Arabia Saudí, pero el intento tampoco prosperó.
Entonces apareció Grebler, concertándose la primera venta en marzo de 1984 mediante documento privado. Se vendían un conjunto de sociedades que eran las titulares de Quash, SA, a André David Grebler por 506 millones de florines holandeses (unos 25.000 millones de pesetas). Compraría todo Grebler, para vender después una parte a intereses árabes. La operación definitiva se efectuó en julio de 1985. Grebler adquirió el 80% a través de Uranian Business (empresa dorniciliada en Panamá). Luego Uranian vendió el 40% a Dawn Investments del grupo Al Baraka, quedando un 12% a nombre de Inpagest, antiguos propietarios, y un 3% de la Garriga Nogués.
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