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Reportaje:

Gonzalo Hinojosa

Consejero delegado de una empresa textil que ha reflotado con ocho de sus primosTiene sólo 40 años, pero lleva casi 20 trabajando en Cortefiel. Desde hace 10 es la cabeza visible de la firma, aunque insiste en que es uno más. Gonzalo Hinojosa,junto con ocho de sus primos, ha logrado que su empresa, que en los años sesenta estaba en crisis, se convierta en una de las más productivas del país, con 60 centros de moda, fábricas en Málaga y Madrid, y 3.000 millones de pesetas de facturación anual. Por todo ello Cortefiel ha ganado recientemente el título de empresa del año.

Mábel Galaz

Su lema es: "El que hace lo que puede, acaba por hacer hasta lo que no puede". Gonzalo Hinojosa y sus primos intentaron hacer lo que pudieron a finales de los sesenta, cuando su empresa atravesaba un difícil momento. "Nos reunimos y pensamos que la familia era la única que podía conservar y levantar el negocio. Éramos muy jóvenes, el mayor de nosotros tenía 24 años, y el más pequeño creo que 18. Estudiábamos y trabajábamos a la vez. Fue una experiencia inolvidable, aunque dura, que incluso a mí me hizo contraer una enfermedad de pulmón".A pesar de todo logré terminar con éxito sus estudios de ingeniero industrial y fue el primer titulado en Madrid en organización industrial. Cuando se le pregunta si cree en las empresas familiares, responde con rotundidad: "Creo fundamentalmente en esta familia".

Gonzalo Hinojosa fue elegido para ocupar su puesto de consejero delegado de Cortefiel hace 10 años. "Nos reunimos todos los primos y me tocó a mí, aunque no sé muy bien por qué", asegura. El resto se repartió la dirección de la empresa. Juan, el mayor, se ocupa de la publicidad y de la mercadotecnia; Felipe, de la ropa de mujer; Darío e Ignacio, de las fábricas; Eduardo y José Luis, de la ropa de caballero; José, de la distribución a otros clientes, y Joaquín, de la exportación. Gonzalo cuenta que nunca han tenido un problema entre ellos: "Siempre hemos antepuesto los intereses de la empresa a los nuestros".

Confiesa que el apellido Hinojosa conlleva una forma de ser que casi es una filosofía de empresa. "Ser Hinojosa", dice, "es ser trabajador, responsable, tener una gran intuición y un gran sentido de compromiso con lo que se está trabajando".

Habla muy deprisa, no vacila, parece estar muy seguro de lo que dice, sobre todo cuando habla de su trabajo, pero, en cambio, si se le pregunta por cuestiones más personales, sus vivos ojos parecen encenderse.

"Lo que más me gusta después de trabajar es estar con mi familia". Tiene seis hijos. Antes jugaba al golf. Ahora sólo al mus. No le preocupa demasiado que en la empresa trabajen sus hijos y los hijos de sus primos. "Lo que ahora tratamos es de profesionalizar al máximo el negocio, y por ello colaboran con nosotros especialistas en algunos campos, pero la familia siempre estará presente".

Le preocupa casi obsesivamente todo lo que sucede fuera de España en el mundo de la moda. Viaja mucho, tanto por España como por el extranjero. "Hay que ver qué pasa por allí. Nosotros, además, exportamos parte de nuestra produción tanto a Estados Unidos como a algunos países de Europa, aunque también compramos a otra gente".

Le interesa la política, pero afirma que nunca militará en un partido, aunque ha tenido dos ofertas serias. "Una empresa no debe estar mezclada nunca con la política, y no me gustan las organizacíones de empresarios que hacen política".

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Sobre la firma

Mábel Galaz
Fue la primera mujer en pertenecer a la sección de Deportes de EL PAÍS. Luego hizo información de Madrid y Cultura. Impulsó la creación de las páginas de Gente y Estilo. Ha colaborado con varias cadenas de televisión y con la Cadena Ser. Ahora escribe en El País Semanal.

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