El mercado de pescados se convertirá en un Covent Garden madrileño

El antiguo mercado de pescados de la Puerta de Toledo abrirá sus puertas en septiembre de 1987, una vez que terminen las obras que lo convertirán en una especie del londinense Covent Garden. Anticuarios, artesanos, galeristas y diseñadores de mobiliario ocuparán las 200 tiendas del centro, junto a terrazas y restaurantes. En el próximo pleno, el Ayuntamiento cederá gratuitamente por 30 años el edificio a la sociedad Mercado Puerta de Toledo, SA.

El edificio de la Puerta de Toledo -construido en 1934 por Francisco Javier Ferrero y considerado como uno de los ejemplos del racionalismo madrileño- volverá a ser escenario de una actividad mercantil, aunque bien diferente de la realizada hasta el 27 de noviembre de 1982, en que los mayoristas del mercado de pescados se trasladaron a Mercamadrid.El cierre del edificio clausuró un período de 47 años durante los que, exceptuando los domingos, el mercado fue el principal centro de distribución de pescado en Madrid. A lo largo de los últimos tres años, el edificio ha permanecido abandonado y sólo ha sido utilizado de forma esporádica como lugar de representaciones teatrales.

Con el fin de acabar con esta situación, el Ayuntamiento inició una serie de gestiones para lograr su uso. Al final se decidió de mutuo acuerdo con el Instituto Madrileño de Desarrollo de la Comunidad (IMADE) y la Asociación de Amigos de Madrid, en la que están representadas 50 de las mayores empresas del país. El resultado fue la creación de la sociedad Mercado Puerta de Toledo, en la que el Ayuntamiento cede el edificio, el IMADE se ocupará de la rehabilitación y la Asociación de Amigos de Madrid ayudará a captar a los comerciantes, según informó José María de la Riva, concejal responsable de Régimen Interior.

Aparcamiento

Hasta el momento se ha construido delante de la fachada que da a la Puerta de Toledo un aparcamiento subterráneo de dos plantas con capacidad para 250 vehículos, y en los próximos días comenzarán los trabajos de demolición interior y arreglo de fachadas del edificio, que tendrán una duración de tres meses. Previamente se hizo una limpieza del interior y se realizaron diversos estudios que demostraron la perfecta cimentación y buen estado de la estructura del edificio, entre cuyos materiales predomina el hormigón.Según informó Juan José Llisterri, gerente del IMADE, los trabajos de albañilería serán aprovechados para crear varios lucernarios que den iluminación natural a todas las plantas. Asimismo se ha pedido al Ayuntamiento permiso para ampliar el aparcamiento. En total, el IMADE calcula que la inversión se elevará a 600 millones de pesetas, dinero que se intentará recuperar con los alquileres.

De acuerdo con los planes de la Comunidad, el edificio estará terminado en abril, una vez que se hayan instalado los servicios de luz eléctrica, de aire acondicionado y contra incendios. Terminadas las obras generales, las cuatro plantas del edificio serán ocupadas por unos 200 comerciantes que, a partir de ese momento, se ocuparán de la instalación de sus tiendas, por lo que se calcula que el complejo comercial no será abierto hasta septiembre de 1987.

Aunque en un principio se pensó en dedicarlo exclusivamente a anticuarios y artesanos, se permitirá la instalación de tiendas de mobiliario urbano, galerías de arte, decoración del hogar, tiendas de coleccionismo y otros comercios relacionados con actividades similares. Se espera también que la Comunidad instale una gran tienda en la que estarían representados los pequeños artesanos.