Elecciones legislativas

La vuelta de Felipe González y su Gobierno socialista para un segundo mandato en las elecciones generales del domingo es un buen resultado tanto para España como para sus socios europeos.González no ha repetido su arrolladora victoria de 1982. Sin embargo, ha obtenido bastantes votos y ganado suficientes escaños en el Parlamento como para demostrar convincentemente que sigue teniendo la confianza de la nación. España puede ahora esperar cuatro años más de liderazgo pragmático bajo un Gobierno fuerte, seguro de que la democracia se ha consolidado. Para la Comunidad Europea el resultado proporcionará continuidad y debe asegurar la habilidad española para introducir la legislación necesaria para la integración plena.

Nunca se pensó que González pudiera perder. Sin embargo, siempre existía la posibilidad, alentada por los sondeos de opinión, de que los socialistas acabarían formando un Gobierno en minoría. Quizá fueron estos pronósticos los que hicieron a los españoles votar por la continuidad.( ... )

González sólo perdió terreno a favor'del antiguo presidente de Gobierno, Adolfo Suárez, quien realizó una eficaz campaña populista con su partido centrista, el CDS ( ... )

En el interior, la principal preocupación política debe ser manejar el problema vasco. Las elecciones han testimoniado un resurgimiento del grupo radical Herri Batasuna, que actúa como frente político de la organización separatista ETA. Éste es un fenómeno perturbador ya que está tambien acompañado de una nueva campaña de violencia dirigida por ETA. González ha confiado en el gradual aislamiento de los seguidores de ETA y en un delicado proceso de cooperación más estrecha con el partido nacionalista vasco conservador, el PNV. No tiene otra opción que continuar con esta política, y el PNV debe ser consciente de que sería irresponsable si se radicalizan para conaervar sus afiliados. ( ... )

24 de junio

INTERNATIONAL HERALD TRIBUNE

Tal y como se esperaba, los electores españoles le han dado al presidente Felipe González y a su partido socialista, un segundo mandato por cuatro años. La votación refuerza el prestigio de González como uno de los principales hombres de Estado de Europa Occidental. Consolida e intensifica su recientemente ganada función como miembro pleno de la alianza occidental, de la OTAN y de la Comunidad Europea.

Tan sólo hace tres meses, el día 12 de marzo, González tuvo que jugarse su supervivencia política en un referéndum en el que consultó a los electores si apoyaban la continuidad de España como miembro de la OTAN, después de que él mismo, en un cambio espectacular de opinión, se hubiera retractado de su anterior oposición a la integración en la Alianza.

Entonces, el resultado fue incierto hasta el último día de la campaña. Esta vez el resultado era una conclusión conocida de antemano.

González hizo campaña a favor de una plataforma de continuidad. Los socialistas defendían que el país debía continuar su anterior política de confianza en un crecimiento económico de largo alcance, para la creación de empleo y la promoción de lajusticia social y la igualdad. No hubo promesas imprudentes. Los electores socialistas aceptaron el argumento, aun cuando el desempleo haya aumentado durante el mandato socialista.

Los socialistas han conseguido el 45% de los votos, aproximadamente el mismo que en 1984. La conservadora Coalición Popular, de Manuel Fraga Iribame, ministro con el general Franco, no ha sido capaz de conseguir más del 25%, el límite en el que el voto de la derecha parece estar estancado. El Centro Democrático y Social del anterior presidente Adolfo Suárez ha emergido como un pequeño pero importante tercer partido, bastante alejado de los socialistas y de los conservadores. El aspecto preocupante de las elecciones ha sido que Herri Batasuna, brazo político de ETA, la organización terrorista vasca, ha conseguido incrementar su parte de votos. ( ... )

Después de todo, sólo hace diez años desde que el pluralismo político fue restaurado tras el transcurso de dos generaciones, y sólo cinco años después de que militares de derechas asaltaran las Cortes en un fracasado golpe de Estado.

España es una democracia que funciona y su estabilidad política ya no se cuestiona.

París, 24 de junio