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LAS CONSECUENCIAS DE LAS ELECCIONES

Una trayectoria polémica.

¿Está Óscar Alzaga dispuesto a romper los pactos de coalición con AP y el PL? La pregunta parece molestar al líder democristiano, a quien desagrada profundamente el mote y la fama de "termita" que otros le han adjudicado: "Nunca rompemos nada que hayamos firmado, eso lo sabe todo el niundo". La diferencia parece encontrarse en la interpretación del texto del pacto suscrito por la coalición el pasado mes de julio, según el cual los partidos firmantes mantendrán una "actuación solidaria" durante la legislatura próxima, tras ir juntos a las elecciones "Solidaria no significa uniforme", dijo ayer un dirigente democristiano, según el cual "por una vía u otra" el PDP acabará teniendo su propio grupo parlamentario y "voz propia en las dos cámaras legislativas". Tanto AP como el PL parecen suscribir tesis ligeramente contrarias, al pensar que el texto de los pactos obliga a una actuación uniforme y disciplinada durante toda la legislatura, lo que no significa que los liberales de Segurado no aspiren también a tener su propio grupo parlamentario.A sus 44 años, Alzaga es considerado un triunfador: catedrático, abogado que ha hecho fortuna, ha ido incorporando al PDP, partido que creó a raíz de su separación de UCD poco antes de las elecciones de 1982, a todos los sectores democristianos dispersos, excepto la Unió Democrática de Catalunya y el PNV, partido este último "no literalmente" democristiano.

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Pero su trayectoria, que pasa por el abandono de Izquierda Demócrata Cristiana en 1971, tras mantener serias discrepan.. cias con Joaquín Ruiz-Giménez, a quien llegó a acusar ante la Internacional Democristiana de colaborar con el marxismo, y que pasa también por su salida de UCD, ha valido a Alzaga cierto renombre como desestabilizador. Acusación que él rechaza, alegando haber cumplido "escrupulosamente" hasta ahora sus pactos con AP, mientras no siempre ha sido así a la recíproca; por ejemplo, en las elecciones de 1982, recién creada Coalición Popular, varios democristianos fueron unilateralmente descabalgados de las cándidaturas por hombres de AP.

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