Maradona pondrá a prueba el 'antijuego" de Bélgica
ENVIADO ESPECIAL Maradona es la esperanza de todo el mundo para poner freno a la irresistible ascensión del equipo belga, cuyo juego no ha agradado hasta ahora a nadie. Bélgica, clasificada tercera en su grupo, por detrás de México y Paraguay y por delante sólo de Irak, ha ganado fuego apuradamente a la URSS y a España. Su capacidad para manejar los partidos no ha enamorado a los aficionados, y todos confían en Maradona para apartar a los belgas de la final. Argentina-Bélgica se disputará en el estadio Azteca, a las doce de la noche (hora peninsular), transmitido por TVE-2.
Bélgica se ha convertido en el enemigo público número uno del campeonato. Ya en la fase clasificatoria pasó apuros. Quedó segunda en su grupo, tras Polonia, y tuvo que ganarse el billete para México en una eliminatoria con Holanda. Ganó 1-0 en Bruselas, y perdía por 2-0 en Holanda cuando, a falta de cinco minutos para el final, consiguió un gol que la clasificaba por valor doble de los tantos en campo contrario. Hizo una gris fase de grupo, de la que salió clasificada en tercera posición del mismo; luego apartó en los octavos a la URSS, cuyo juego de ataque había impresionado antes, gracias a un gol en off-side, no señalado por el español Sánchez Arminio, a la confianza de los soviéticos en sus condiciones, a la capacidad propia para oponer dificultades al rival y al acierto en la prórroga. Y finalmente quitó de en medio a España, en las condiciones ya conocidas: defensiva, algo de suerte, prórroga y penaltis. Con este currículo, nadie quiere ver a Bélgica en la final.Sin embargo, más que ningún equipo, Bélgica ha dado muestras de poseer una condición importante: la capacidad de sacar el máximo provecho de sus posibilidades, hasta el punto de, gracias a ello, acercarse o superar a rivales objetivamente mejores. Bélgica juega desde hace seis años con modestia. Estudia al rival y le dificulta la tarea; su primera preocupación es desarmar al rival; después hace lo que puede con el tiempo y los balones que le sobran, una vez alcanzado ese fin prioritario.
Un equipo hecho
Ante España, equipo superior, dio una exhibición de ello. Como se suponía que España tendría problemas por alto en el centro de la defensa y además tendría más calidad y fuerza en el medio campo, renunció a jugar en esa zona, y Pfaff sacó siempre largo, para crearles problemas con sus voleas a Gallego, Camacho y Chendo, que esperaban las llegadas simultáneas del balón y de Ceulemans mientras Veyt y Claesen les incomodaban. Como Butragueño era la gran esperanza de España, gastaron a su mejor marcador, Grun, en él, mientras esperaban otros cuatro defensas lo que pudiera pasar.
Como Tomás no acertaba en sus subidas por la banda, le dejaban subir tranquilamente hasta que perdiera el balón. Así evitaban que el juego transitara por Michel o Calderé, y así fueron tirando del partido, ganando minutos, y lo empataron, y aun estuvieron a punto de ganarlo. Luego se convencieron y convencieron a los españoles de que ganarían en los lanzamientos desde el punto de penalti, 31 de hecho lo consiguieron.
Bélgica es, ante todo, un equipo hecho. En eso le ganó a España. Un equipo que se ha acoplado desde hace tiempo a una concepción del fútbol y que la interpreta sistemáticamente, sean quienes sean los jugadores sobre el campo. Eso sí: su concepción del juego es fea.
Ante Argentina es muy probable que repita la alineación que sacó contra España. Eso significa que contará con un gran portero, Pfaff, y con un buen marcador, Grun -triunfante ante Zavarov y Butragueño-, para secar a Maradona. Detrás de éste quedará una eficaz línea de cuatro defensas: Gerets, Renquin, De Mol y Vervoort.
En la media, Scifo, Ceulemans y Vercauteren, y arriba, Veyt, y Claesen. El equipo ha funcionado en los dos últimos partidos, y no es de suponer que el entrenador belga, Guy Thys, lo cambie.
Dos variantes
Enfrente, la verdad es que Argentina ha sido hasta ahora Maradona y poco más. Todo lo que de interesante hace Argentina lo hace en realidad Diego Armando Maradona. Hasta ahora el equipo ha utilizado dos variantes: sólo Valdano en punta, con cinco medios detrás, entre los que cuenta el fenomenal ex barcelonista, o un acompañante para Valdano, que puede ser Pasculli o Borghi. Es de suponer que ante Bélgica optará por la primera de las dos soluciones, más prudente. Al fin y al cabo, como todo lo hace Maradona, no hace falta más gente para acompañar arriba.
Los demás medios llegan poco y son gente de corte, toque corto y fieles servidores de Maradona. Hasta ahora han jugado en esa zona Batista, el más retrasado, cortador por delante de la defensa en la tarea que en Argentina llaman volante tapón; Burruchaga, como el más adelantado, amenazando subidas por la derecha, y Enrique y Garre -Olarticoechea ante los ingleses, por baja de este último-, de apoyo. Atrás tiene como centrales a Ruggeri y Brown, aceptables; a Cuciuffo y Giusti, como laterales, y a Pumpido en la meta. Se echa mucho en falta a Passarela, el capitán que cogió la copa en 1978, que ahora triunfa en Italia y que le daría al equipo más personalidad, fuerza, juego en la salida y poder en los balones altos del que ahora ha demostrado. Pero Passarella lleva en este Mundial una racha negra espectacular. Comenzó con problemas estomacales a causa de haber ingerído un alimento en malas condiciones; siguió con una lesión muscular al caer en mala postura en un entrenamiento; y acabó siendo ingresado en una clínica debido a una úlcera.
Bélgica y Argentina, al igual que Francia y la República Federal de Alemania, ya se enfrentaron en el Mundial de España. Fue en el partido inaugurai,jugado en el Camp Nou, en el que Argentina abría el campeonato por haber ganado el título de 1978. Ganó Bélgica por 1 a 0 en un partido muy aburrido, que significó la primera aparición mundialista de Maradona. Precisamente, en España Maradona no dio el rendimiento que se esperaba de él, y acabó siendo expulsado frente a Italia, al responder con una agresión al duro marcaje que sobre él realizó el italiano Gentile en partido de cuartos de final.
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