La Guardia Civil multa a los excursionistas que encienden fuego sin permiso
Más de un excursionista de fin de semana se vio sorprendido el pasado domingo por el desacostumbrado rigor con que guardas forestales e incluso agentes de la Guardia Civil le recriminaban por haber hecho fuego o dejado botellas de vidrio vacías tiradas en el suelo. Es posible que los excursionistas en cuestión no conocieran el reciente decreto de la Comunidad de Madrid por el que se declara temporada de peligro la comprendida entre el 15 de junio y el 16 de octubre. En este intervalo, los encargados de vigilar la aparición de focos de fuego serán especialmente severos con los descuidados.
Según un estudio de la Comunidad de Madrid, más del 90% de los incendios ocurridos en la región tiene su origen en negligencias o descuidos de los visitantes ocasionales del monte. Hogueras encendidas sin la mínima precaución, cigarrillos a medio apagar que caen sobre la maleza seca, vidrios rotos que con el sol actúan como lupas... La lista se hace interminable.Las campañas anuales de información al público y los refuerzos de los efectivos contra incendios han resultado insuficientes a la vista de los resultados de 1985 (la superficie quemada superó en un 130% la del año anterior). Este año se cuenta con un arma legal que pretende combatir la imprudencia o la intencionalidad en los montes: el plan básico de lucha contra los incendios forestales en la región de Madrid, más conocido como INFOMA.
Esta disposición del Gobierno autonómico traza las fronteras del peligro de incendio forestal en el periodo comprendido entre el 15 de junio y el 16 de octubre de cada año. Las prohibiciones durante este tiempo afectan a todos los terrenos forestales, tanto si están poblados con especies arbóreas como por matorral o Pastizal, y a una franja de 400 metros de ancho a su alrededor.
Lista de prohibiciones
La lista de prohibiciones durante el verano es exhaustiva: encender fuego sin autorización, lanzar cigarillos o cerillas sin apagar desde los vehículos o cuando se transite por el monte, arrojar basuras de cualquier clase que puedan originar un incendio -tanto materias potencialmente inflamables como botellas de vidrio- o utilizar para la caza cartuchos de tacos de papel.
A estas limitaciones se unen otras como el empleo del fuego en actos culturales, quema de residuos, operaciones de carboneo, destilación con equipos portátiles, fuegos de campamento y tránsito y estancia de personas en zonas con alto riesgo de incendio. Se prohíben también el almacenamiento, transporte o utilización de materias inflamables o explosivas, e incluso el lanzamiento de cohetes, globos o cualquier artefacto que contenga materias susceptibles de originar un fuego.
Estas medidas son de aplicación en el ámbito municipal de los 107 ayuntamientos que cuentan con riqueza forestal. Las autorizaciones para realizar cualquiera de las actividades descritas deberán ser solicitadas a la Dirección General del Medio Rural, de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Comunidad de Madrid.
Cuestión de transferencias
Virgilio Cano, consejero de Gobernación, declaró el pasado viernes que en el verano de 1985 se apreció un notable incremento en los incendios, que afectaron sobre todo a zonas de monte alto (pinos y robles), generalmente las de mayor valor ecológico y económico. Así, si en el verano de 1984 se contabilizaron 68 incendios en monte alto, con un total de 350 hectáreas afectadas, en el verano siguiente los incendios fueron 78, pero las hectáreas arrasadas llegaron a 2.300.
Los incendios registrados en zonas de monte bajo se estabilizaron: 201 en 1984, que afectaron a 4.600 hectáreas, por 210 en 1985 y una extensión de 6.148 hectáreas, aproximadamente.
"También es verdad", añadió Cano, "que el año pasado se produjo la transferencia del Instituto de Conservación de la Naturaleza (Icona) a la Comunidad, y con el trasiego burocrático se descuidó un poco la vigilancia y se retrasaron los trabajos de eliminación de rastrojos, entresacas de ramas, etcétera".
Este año, al contrario, la colaboración entre Comunidad, ayuntamientos, Delegación del Gobierno y Guardia Civil está funcionando a la perfección.
El verano casi no ha empezado y no se puede hacer balance, pero ya ha hecho muchos días de calor y sólo se han producido 17 incendios, con un total de 32 hectáreas afectadas.
Contratación temporal
Virgilio Cano y Luis Maestre, consejero de Agricultura y Ganadería, respectivamente, de la Comunidad de Madrid, informaron en una conferencia de prensa conjunta de la contratación temporal, para la temporada de verano, de casi 500 personas, 320 a cargo de los fondos de la Consejería de Agricultura y Ganadería y 190 de Gobernación, encargados de reforzar la vigilancia sobre el terreno. El Instituto Nacional de Empleo (INEM) colabora también económicamente en estas contrataciones temporales. La inversión total para reforzar la prevencion de incendios veraniegos en la región es de 200 millones de pesetas.
Además de todas estas medidas, la campaña iniciada bajo el lema Respete las reglas del fuego incide en la prevención de los incendios y en la divulgación de normas básicas sobre cómo actuar en caso de un siniestro forestal. Anuncios en televisión, cuñas radiofónicas, carteles y folletos explicativos repetirán durante el verano los consejos básicos: no correr en dirección del viento, no intentar cruzar las llamas o quedarse en la superficie quemada....
Asimismo, todos los ayuntamientos madrileños y cualquier persona que detecte un foco de fuego tienen la obligación de ponerlo en conocimiento de las autoridades regionales y de colaborar en la extinción del mismo si fuera necesario. También se ha puesto en marcha un servicio de vigilancia nocturna.
El objetivo general es evitar en lo posible la aparición de focos de incendio y, si aparecen, detectarlos y lograr su extinción en el menor tiempo posible.
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