Francia eliminó a Brasil por penaltis

ENVIADO ESPECIAL Francia eliminó ayer a Brasil, en un partido apasionante que se decidió en la tanda de penaltis, y se convirtió en el primer semifinalista de la Copa del Mundo de fútbol. El encuentro cabe calificarlo de histórico y los buenos aficionados deberían intentar conservar un vídeo de este espectáculo, en el que los brasileños desperdiciaron las mejores oportunidades de gol, incluidos los penaltis, el primero de ellos fallado por Zico a los 74 minutos de partido. Francia, que siempre pareció inferior a Brasil, luchó desesperadamente por mantener la cabeza alta y no le quitó en ningún momento la cara al encuentro. Del primero al último minuto los dos conjuntos crearon suficientes ocasiones de gol como para mantener de pie a los 55.000 espectadores que se dieron cita en el estadio Jalisco, de Guadalajara.

Durante el primer tiempo Brasil intentó demostrar a Francia que no estaba dispuesto a la más mínima concesión. Con una vigilancia zonal sobre Platini y marcajes a la europea en la defensa, pegajosos y agresivos, Brasil intentó controlar el partido, aunque concediera la iniciativa a Francia. Los brasileños no tuvieron prisa y sólo apretaban el acelerador cuando sabían que podían llegar con peligro frente a Bats. Sócrates y Careca ya pudieron marcar a los 15 minutos, cuando forzaron dos, extraordinarias intervenciones de Bats en la misma jugada. Luego llegó su gol y minutos después Müller estrelló el balón en el poste izquierdo.

Era una forma como otra cualquiera de impresionar, de que los franceses fueran conscientes de que estaban jugando contra el tricampeón. Henri Michel, sabedor de que seguía vivo de milagro, adelantó a Platini, hasta entonces situado por delante de su defensa, para que intentara construir el empate. Brasil había perdido la oportunidad de sentenciar el encuentro y Francia luchó, con más fuerza que belleza, para nivelarlo, lográndolo en una jugada desafortunada de la defensa brasileña, que no logró despejar un centro de Rocheteau.

Aquel gol, que impidió que Carlos batiera el récord de imbatibilidad en un Mundial, aún en posesión del inglés Gordon Banks con 442 minutos, volvía a demostrar que quien perdona corre peligro de perder.

La segunda parte se inició con gritos de "Zico, Zico". Francia le había perdido ya el respeto a Brasil y, con Tusseau sobre Müller, Amorós en la derecha y recuperado Fernández para el centro del campo, parecía dispuesta a implantar su ritmo. Ahora era Brasil el que estaba dispuesto a jugar abiertamente al contraataque. A Francia no le importaba, puesto que ahora no tenía prisa.

Todo parecía indicar que, después de 45 intensos minutos, los dos equipos esperaban la genialidad de alguna de sus estrellas para resolver este apasionante choque. Hubo oportunidades primorosas, pero la palma se la llevó el penalti fallado por Zico.

En la prórroga, brasileños y franceses todavía contaron con nuevas oportunidades de gol, falladas, fundamentalmente, por Stopyra, a tres minutos del final, y Sócrates, en el último minuto. Este Brasil-Francia fue algo así como América contra Europa, el original contra la copia, el marido contra el querido, el tricampeón contra el que quiere serlo, el color contra el blanco y negro, el cine contra el vídeo. Perdió América, el original, el marido, el tricampeón, el color, el cine.