Un programa sanitario sobre el autocuidado logra una fuerte reducción en la medicación

El programa educativo realizado por los centros madrileños de promoción de salud (CPS) sobre hábitos de alimentación, consumo de alcohol y tabaco o influencia de los factores psicológicos en la patología de las enfermedades ha logrado una importante reducción de los medicamentos, según el estudio presentado por la delegación española en el Primer Congreso Internacional de Atención Primaria, celebrado en Cuba del 9 al 13 de este mes.

El estudio aportado por los representantes municipales se ha realizado con los datos obtenidos a lo largo de tres años en el distrito de Centro, en el que viven aproximadamente unas 163.000 personas.Según los técnicos, el comportamiento humano, el modo de vida y los hábitos y costumbres son factores determinantes para la ausencia de salud o la presencia de enfermedades. Con esta idea se inició un programa orientado a enseñar a la población los medios eficaces para autocuidarse.

Así, por ejemplo, se ha logrado que un 61,4% de los afectados por problemas de tensión se controle periódicamente. Por otra parte, un 66,26% ha experimentado una disminución o la desaparición de los síntomas de su enfermedad, y un 43,37% ha empezado a alimentarse siguiendo una dicta proporcionada.

Grupos marginados

El resultado es que la medicación consumida por estas, personas se ha visto reducida considerablemente, alrededor de un 20,48%. Igualmente, los técnicos han comprobado que el año pasado se registrá un descenso del 15% en el número de los casos de gastroenteritis aguda.Otro caso concreto analizado por los técnicos españoles ha sido el realizado sobre grupos marginados, tales como prostitutas, toxicómanos, homosexuales, chaperos, travestidos, embarazadas solteras y familias que viven en pensiones. Entre estos grupos sociales se ha intentado revalorizar su concepto sobre la salud y crear una necesidad para que se introduzcan en la red sanitaria.

Entre los programas realizados destacan los efectuados para controlar la hepatitis, el SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) y la tuberculosis, así como los que vigilan el control del embarazo y el puerperio.

En los dos últimos años se ha logrado que 300 prostitutas pasen por el centro de promoción de la salud y que un centenar de ellas mantenga controles periódicos. En cuanto a homosexuales, chaperos y travestidos la labor está de momento encaminada a la promoción de asociaciones y a la realización de discusiones y charlas.