Zbigniew Boniek

Boniek es un tipo especial, muy especial. Íntimo amigo de Platini en los tiempos de la Juventus, con la que se convirtió en el primer jugador polaco en ganar la Copa de Europa, Zibi ha llegado a enfrentarse con el ídolo francés durante la última temporada en la que él se convirtió en el rey de Roma. Nacido el 3 de marzo de 1956, Boniek se ha convertido en el jugador polaco más galardonado de la historia. Heredero de Kasimiers Deyna, un hombre que vistió en 102 ocasiones la camiseta polaca, la estrella de la Roma obtuvo permiso de las autoridades polacas para emigrar a Italia después del Mundial de España. De ganar 40.000 pesetas mensuales en el Widzew Lodz ha pasado a cobrar más de dos millones mensuales en la Roma.Zibi ha sido, pese a su imagen de niño bueno, un jugador agresivo e insolente, tanto que su difícil carácter ha estado a punto de arruinarle su brillante carrera deportiva. Poco antes de iniciarse el Mundial de México, Boniek se enfrentó con el seleccionador polaco, que no quería realizar preparación a gran altura.

Zibi insistió, pero no logró nada. Piechniczek cerró la polémica diciendo: "Boniek es un buen camarada y estará donde le ordenen, con las mismas ganas que el más humilde de nuestros jugadores". Luego, sin embargo, ha pasado prácticamente desapercibido, y su papel ha sido muy triste y oscuro. Quizás la mala preparación previa ha provocado su fracaso personal. La estrella polaca empezó jugando en el Zawisza, equipo lo cal de Rydgoszcz, su pueblo natal. Jugaba bien, pero tenía mal estilo. Además, no se dejaba pisotear fuera del terreno de juego y eso hizo que muchos dirigentes le pusieran la etiqueta de conflictivo. Después de ascender, en 1975, a Primera Division, Boniek hizo que el Widzew se convirtiera en el mejor equipo polaco de los.años setenta. Las victorias en competiciones europeas y el título de mejor jugador polaco propiciaron el salto a la fama de Boniek. Con la selección tuvo menos suerte. Aunque hacía muchos años que había debutado -su primer partido lo disputó el 24 de marzo de 1976-, Boniek quedó muy insatisfecho de su actuación en el Mundial de Argentina de 1978. No así del disputado en España: la prestigiosa revista France Football lo nombró mejor jugador del torneo.

Boniek fue estrella de excepción en la noche trágica del estadio Heysel de Bruselas, el año pasado, al ser protagonista del penalti inexistente que dio la primera Copa de Europa a la Juventus. Zibi salió disparado del estadio Heysel, ya que, en el aeropuerto de Bruselas le esperaba el avión privado del propietario de la Fiat, Gianni Agnelli, que: le condujo a Ginebra, desde donde viajó a Albania para alinearse con su selección en partido de la fase clasificatoria del Mundial-86. Zibi marcó el gol del triunfo. "Es la única forma en la que puedo agradecer a mi país la posibilidad que me brindó al dejarme jugar en Italia", dijo Boniek.

La estrella polaca, gran fumador, era considerada como "el alma proletaria de la Juventus, en contrapartida con el aristócrata Michel Platini. Era la flecha que lanzaba Platini. Ahora, en la Roma, parece haber recobrado la libertad.