El estilo es el equipo
Si el estilo es el hombre, también el estilo es el equipo. Pasan los años, las generaciones de jugadores, pero los equipos siguen jugando igual, fieles a un estilo que se instaló, nadie sabe por qué, docenas de años atrás, y que :se repite de forma inevitable. En este campeonato a todas; las selecciones clásicas se las podría identificar por su forma de juego aunque se camuflaran bajo otras camisetas distintas.Así, Brasil juega lente cuando sale de su defensa, y transita despacio el medio campo para acelerar bruscamente su ritmo de juego cuando se acerca al área rival. Francia e Italia manejan el balón con gusto, intercambiándolo de posesión muchas veces entre los componentes del equipo. Sobre eso, Italia mantiene un. gusto clásico por la buena ejecución del fútbol defensivo; pasan los años y sigue gustando de esperar al contrario atrás, de marcar al hombre, y de apiñar defensas en su área para resolver con desahogo los apretones del contrario, y tratar de culminar con contrataques.
Argentina y Uruguay demuestran la posesión de todos los recursos técnicos y no técnicos en todas las zonas del campo. Uruguay dio ante Escocia todo un curso de cómo enfriar un, partido cuando le: conviene. Faltas continuas, retrasos en los saques, protestas al árbitro, cambie, de lugar del balón. cuando hay que sacar falta, fingimiento de no saber qué es lo que ha señalado el árbitro; pero junto a ello capacidad técnica , para mantener el balón en los pies.
Los británicos han vuelto a insistir en su pase largo y sus continuas carreras, y les ha costado caro; la RFA trae como siempre la racional ocupación de todos los espacios, y la entrega consciente y constante de todos los hombres a la tarea colectiva, al servicio de la cual ponen una espléndida preparación física. Los soviéticos han presentado un juego mecanizado, como siempre, con respuestas ensayadas para cada estímulo que se va presentando en el partido. Sólo Zabarov, muy similar a Butragueño en todo, ha ¡puesto una nota de repentización en el juego.
Es difícil explicar por qué ocurre esto, pero el caso es, que ocurre, como si alguna razón genética llevara a los jugadores de cada una de las grandes naciones que han sido y son en el mundo del fútbol a interpretar el juego de una misma manera a través de la historia.
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