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LA CAMPAÑA ELECTORAL

Fraga incrementará sus ataques contra el PSOE en la última parte de su campaña

El presidente de la Coalición Popular, Manuel Fraga, completó el miércoles en Mallorca el paso del Ecuador de su campaña electoral y sus primeros 11.000 kilómetros de recorrido de la misma -durante la precampaña hizo otros tantos-, insistiendo en que verá realizadas sus aspiraciones de convertirse en presidente del Gobierno. "Nuestro techo es un techo movedizo, que siempre va hacia arriba", dijo el lunes pasado en Canarias. La última parte de la campaña del líder de la oposición conservadora incrementará los ataques contra la gestión socialista, pero cuidando de "desmarcarse de las guerras de otros, como las que tienen los socialistas con el CDS", según comentó ayer un responsable de AP.

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Tratando de centrar sus ataques en el PSOE, aunque sin desdeñar referirse, de pasada, a la "escasa credibilidad" de otras operaciones Fraga ha asegurado en los últimos días que, una vez que haya ganado las elecciones ("ganaremos por goleada", dijo ayer en Guadalajara) y forme su equipo ministerial, cambiará la sede de la Presidencia, sacándola de la Moncloa y reducirá los gastos reservados del presidente.La primera mitad de la campaña de Fraga, que, pese a evidenciar ciertos síntomas de cansancio y creciente ronquera, sigue mostrándose tan activo como es habitual en él, ha estado dedicada en gran parte a desmentir rumores relacionados con el futuro de la Coalición Popular en caso de que ésta no gane las elecciones del 22 de junio; es una "hipótesis que yo no contemplo", recalca Fraga cada vez que le es formulada una pregunta de este tipo. Según el líder conservador, la, coalición goza de excelente salud y su permanencia tras las elecciones está garantizada.

Fraga, a quien sus asesores recomiendan constantemente moderación y sonrisa sobre cualquier circunstancia, parece haber superado la inicial irritación que le causaban las preguntas sobre presuntas infidelidades de sus socios de coalición, sobre su futuro personal o sobre la amenaza que la figura de Miquel Roca pueda representar para él en cuanto cabeza visible de la alternativa al socialismo. Fraga se ha negado a entrarén especulaciones o a caer en una campaña de ataques mutuos contra la opción reformista, limitando sus diatribas al PSOE, en general, y a Alfonso Guerra, en particular.

Campaña clásica

El martes pasado en Tenerife, como el lunes en Las Palmas, el líder conservador repitió el esquema invariable de la que, sin duda, está siendo la campaña más clásica y tradicional de cuantas realizan los líderes políticos españoles: protagonizó una conferencia de prensa con los medios locales, se reunió con asociaciones (conservadoras) de médicos, agricultores y jubilados, recorrió las calles y mercados más céntricos, acudió a un almuerzo con simpatizantes y dio un mitin, llenando plaza. Habitualmente, el programa se completa con una cena con militantes y simpatizantes, que Fraga abandona al filo de la medianoche.

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Con este esquema de fondo, Fraga repite siempre un mismo mensaje: coaliciones como la Popular son las que gobiernan en la mayor parte de los países europeos occidentales, "y ni se rompen ni se producen las catástrofes anunciadas por los socialistas y sus adláteres". Desde hace una semana, ha incorporado el ejemplo de Austria, Francia, Italia , Alemania Occidental y Portugal. El líder conservador insiste en las bondades de su programa electoral -"el mejor de cuantos existen"-, recalcando las "semejanzas" existentes entre éste y el de los reformistas.

Otro de los puntos clave de su discurso es el de insistir en que privatizará la mayor cantidad posible de empresas públicas, y éstas llegarán a "ser la excepción". Ha insistido en proteger a la familia ("Se está penalizando a la familia y beneficiendo al ilegítimo") y en derogar la LODE "cuando llegue al Gobierno". En Canarias anuncié que si forma Gobierno, creará una comisión interministerial que estudie los problemas del archipiélago; en Extremadura prometió atención especial a la región para salir del subdesarrollo; en Pamplona aseguró que en seis meses acabará con el terrorismo.

En todas partes, especialmente en zonas como Extremadura, se esfuerza por centrar el mensaje de la Coalición Popular, evitando posibles salidas de tono de candidatos excesivamente conservadores o folclóricos.

La segunda mitad de la campañía de Fraga -que discurrirá por Aragón, Cataluña, Valencia, Sevilla y Madrid- incidirá, incrementándolo, en el ataque a la gestión socialista, según dijeron dirigentes de AP. Pero Fraga aseguró el martes que, contra lo que prometió el PSOE en 1982, él "no mirará bajo las alfombras", en busca de indicios de corrupción o mala gestión, "aunque es posible que algunas alfombras haya qué desinfectarlas;".

En Tenerife y Mallorca, Fraga insistió en desmentir que haya perdido el apoyo de los banqueros "que son independientes y no tienen partido" e insinuó que, aunque no conste en su programa, trataría de facilitar algunas reformas en el sistema electoral, "excesivamente caro". La campaña popular es, a simple vista, la que más medios está empleando; los técnicos de AP insisten, en cambio, en que son "mucho más caras" las que realizan socialistas y reformistas.

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