El presidente de Baleares pide en las islas servicios mínimos especiales en caso de huelga

Gabriel Cañellas, presidente de la Comunidad Autónoma de Baleares, afirmó ayer que "p« lo que respecta a nuestra islas, sobran los estibadores. No los necesitamos. Cañellas afirmó que ha pedido a la Administración central que saque un delimitando la huelga en el ámbito inspección de tal manera que se garantice el suministro del 75% de los servidos a las islas. La huelga de estibadores prosiguió ayer Álvaro Espina, secretario general de Trabajo, se entrevistó ayer con UGT y ELA-STY para explicades la reforma portuaria.

El presidente de la comunidad balear afirmó que, por lo que se refiere a las islas, había que establecer criterios diferenciados en una huelga de servicio público. En el caso concreto de los estibadores, Gabriel Cañellas señaló que los servicios mínimos habían de cubrir el 75%, porque", aseguró, "no se trata sólo de mercancías perecederas; todo lo que nos llega es necesario y débe garantizarse". Cañellas afirmó, además, que "no necesitamos a los estibadores. No sé en otros puertos. Pero en Baleares los portuarios pueden ser absorbidos por las navieras. Hoy las tareas de carga y descarga requieren una especialización que no tienen los estibadores del turno rotatorio".En Canarias, según informa Carmelo Martín, los estibadores de Las Palmas accedieron a que trabajadores ajenos a la OTP manipularan las grúas en las operaciones de dos barcos (GuadalquiWr y Duero), inmovilizados en el puerto desde el pasado viernes, tras llegar a un acuerdo con el delegado del Gobierno en Canarias, Eligio Hernández, que había anunciado la intervención, en caso contrario, de las fuerzas de seguridad del Estado para garantizar tales faenas.

De otra parte, Hernández Gutiérrez, que ha estado sometido en las últimas fechas a fuertes presiones empresariales, rechazó ayer a este periódico las acusaciones de "dejación de autoridad" que han dirigido contra él algunos sectores de la patronal.

Los estibadores se habían opuesto a que personal designado por los propietarios de las grúas utilizaran las mismas porque ellos, en su opinión, infringían la ordenanza laboral. Los empresarios interpretaron esta actitud como un incumplimiento, de los servicios mínimos y exigieron a la autoridad gubernativa sanciones por graves desobediencias".