Una sentencia establece la eximente de falta de afecto en la infancia
La Audiencia Provincial de San Sebastián ha considerado la eximente incompleta de "alteración en la percepción, traducida en alteración de la conciencia de la realidad" en una sentencia que condena a siete meses de prisión menor a Jorge Urbieta Etxabe, un ex delincuente guipuzcoano rehabilitado por su trabajo en la asociación Traperos de Emaús. La citada eximente fue introducida en la reforma del Código Penal realizada en 1983.La sentencia establece un precedente de gran trascendencia para la tipificación de aquellos delitos cometidos por personas que hayan sufrido desde su infancia privación de afecto, lo que se conoce con la denominación de síndrome de hospitalismo. Urbieta, de 31 años, fue abandonado al nacer en un hospicio, y a los 14 años inició su vida delictiva tras su reclusión en correccionales y centros benéficos. Esta figura jurídica sustituyó en la reforma del Código Penal de 1983 a la referencia "al sordomudo desde el nacimiento o la infancia, que carezca en absoluto de instrucción".
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