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El presidente del Banesto reconoce errores de gestión y control en Ia filial Banco Garriba Nogués

El presidente del Banesto, Pablo Garnica, reconoció, en su intervención en la junta general de accionistas de la entidad, que el Banco Garriga Nogués "constituye el principal problema para Banesto, aunque, por el tamaño de las dos entidades, no afecta a la solvencia del Banco Español de Crédito". La junta general se limitó a la intervención del presidente, mientras que el vicepresidente y consejero delegado de la entidad, José María López de Letona, no intervino. Pablo Garnica dedicó la primera parte de su intervención a explicar los recientes nombramientos en el consejo de administración y en la gestión del grupo, de la que reconoció que era insuficiente y había permitido que se produjeran problemas como los del Garriga Nogués.

La junta general de accionistas del Banco Español de Crédito (Banesto) fue el. marco de una importante autocrítica de su actual presidente, Pablo Garnica, que pareció satisfacer a los algo más de 3.000 accionistas que asistían a su celebración. En su intervención de más de una hora Garnica anunció que el dividendo total con cargo al ejercicio de 1985 sería el mismo que en 1984, lo que reflejaba un cierto estancamiento en la cuenta de resultados de la entidad y, sobre todo, unas necesidades de provisiones para asuntos dudosos mucho más fuertes.Banesto destinó, en 1985, 17.000 millones de pesetas para hacerse cargo dé los problemas surgidos en el Banco Garriga Nogués -filial al 100%- y que hasta ahora se habían escondido, incluso para los responsables de Banesto. Pablo Garnica, en contestación a un accionista, señaló que Banesto tiene 400 inspectores internos "que hasta ahora se habían dedicado a estudliar en profundidad las oficinas de esta entidad, pero que nunca habían inspeccionado a los bancos filiales y participados". A partir de ahora, señaló, "y para impedir que se vuelvan a repetir hechos como éste, los inspectores de Banesto lo serán de todo el grupo". La necesidad de acentuar los ternas de control interno de la gestión fue anunciada por el presidente de Banesto como la tarea más importante.

Pablo Garnica centró los problemas del Banco Garriga Nogués en la inversión en la sociedad Tierras de Almería, iniciada a finales de 1981, para la explotación masiva en cultivos de invernadero, flores, frutas y hortalizas. En un primer momento, dijo Pablo Garnica, la participación del Banco Garriga Nogués en Tierras de Almería era minoritaria. Para el presidente de Banesto el excesivo coste de la inversión en esta sociedad, los problemas de disponibilidad de agua, el retraso en la puesta en regadío de las tierras y algunos problemas más determinaron rendimientos muy inferiores a los previstos inicialmente "y lo que parecía ser un gran negocio se transformó en una. fuente de dificultades".

Tierras de Almería

El presidente de Banesto señaló en su intervención que "al torcerse la explotación de Tierras de Almería la gerencia del Banco Garriga Nogués prefirió seguir sosteniéndola antes de dejarla caer con todas sus consecuencias económicas y sociales". Las cargas financieras fueron creciendo y el Garriga Nogués se convirtió en el accionista único y, lo que era más grave, llegó "a niveles que comprometían seriamente la devolución de los créditos concedidos". La situación alcanzó tal tamaño, no cuantificado por Pablo Garnica, que "Banesto tuvo que hacer frente a esta mala situación, ya que su dinámica desbordaba el tamaño de un banco de reducida dimensión". El agujero producido en el Banco Garriga Nogués por esta inversión no fue cuantificado por el presidente de Banesto, quien se limitó a señalar que, con cargo a 1985, se han destinado un total de 17.000 millones de pesetas para el saneamiento.De esta cifra, 11.000 millones de pesetas son provisiones para, cubrir una parte de los quebrantos producidos y los 6.000 millones de pesetas restantes procedentes de reservas tácitas que tenía Banesto y que, por lo tanto, no afectan a la cuenta de resultados- se han destinado a reducir la valoración de las acciones del Banco Garriga Nogués en la cartera de Banesto hasta reducirlo a una peseta.

Pablo Garnica señaló en su intervención que estos 17.000 millones de pesetas no eran suficientes para sanear el Banco Garriga Nogués y que durante los próximos años "con las plusvalías obtenidas y la generación de fondos normal de Banesto se podría hacer el saneamiento de la filial". Los cuatro primeros meses de este año, según Garnica, muestran una tendencia a la mejora de la cuenta de resultados de Banesto, por un aumento de los ingresos financieros y una reducción en los gastos financieros.

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