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CC OO rechaza el plan de reconversión de la Empresa Nacional del Petróleo

El plan de reconversión presentado por la dirección de la Empresa Nacional del Petróleo (EMP), que contempla una reducción de personal de 1.640 trabajadores en los próximos cuatro años, ha sido rechazado por la federación de químicas de CC OO, que entiende que EMP "quiere asumir cierres de capacidad productiva como consecuencia del Plan Energético Nacional, y que la empresa debe desarrollar el proceso exclusivamente con sus recursos económicos", criterios que CC OO considera que no puede asumir.

En opinión de la central sindical, el Plan Energético Nacional debe ser reformado y adaptado a la nueva situación energética, para discutirse posteriormente su aplicación al sector. Los excesos de capacidad previstos suponen un sobreesfuerzo para la industria nacional que, según CC OO, parece que sea la empresa pública la abanderada del proceso. Por otro lado, CC OO considera que el plan de reconversión condena a EMP a no efectuar una reestructuración financiera que es imprescindible, mediante aportación de fondos del exterior, canalizada en uña ampliación de capital realizada por el Instituto Nacional de Hidrocarburos, entidad que tiene importantes niveles de rentabilidad.El sector petroquímico está realizando, o tiene previsto realizar, aumentos de capital que consoliden financieramente las empresas que no se corresponden con lo que se quiere hacer en la Empresa Nacional del Petróleo.

La propuesta de la dirección de EMP es llegar a 1990 con una plantilla de 4.013 trabajadores -con una reducción de 1.640 personas- y una jornada de 38,5 horas semanales en 1991.

La jubilación será forzosa a los 60 años, y las bajas también serán obligatorias a los 59 años; las bajas voluntarias serían para los trabajadores de 58 años, y habría bajas incentivadas para cualquier edad. La Empresa Nacional del Petróleo pide traslados voluntarios hasta finales de 1988 y forzosos a partir de esa flecha.

Comisiones Obreras, por su parte, propone un plan de reducción de plantilla de 1.297 trabajadores hasta 1991 y llegar a una jornada de 36 horas semanales en ese mismo año. La jubilación sería forzosa a los 60 años y las bajas voluntarias afectarían a los trabajadores de 58 y 59 años; las bajas incentivadas podrían realizarse a cualquier edad, y sólo admite traslados voluntarios y no forzosos.

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