Comienza Roland Garros sin claro favorito

El torneo de tenis de Roland Garros inició ayer su camino anual en el bosque de Bologne, en París. Los organizadores se han encontrado con un problema previsto y otro inesperado. La segunda semana de la competición coincidirá con la primera del Mundial de fútbol y la ausencia de estrellas estadounidenses es patética. Con el checoslovaco Lendl, el francés Noah y los suecos Nystroem y Wilander como favoritos, el certamen se presenta con pronóstico incierto.

Los organizadores de Roland Garros se han marcado como objetivo capear el temporal que se les avecina. Con la televisión volcada en el Mundial de fútbol, en el que la selección francesa tiene además muchas posibilidades, el tenis va a perder el monopolio de que gozaba en Francia durante estos 15 días, aunque seguirá ocupando seis horas diarias en la programación televisiva. Este año, además, están ausentes los carismáticos John McEnroe, que sigue esperando el parto de su mujer, Tatum O'Neal, retirado de la competición y con cada vez menos posibilidades de reintegrarse a la elite, y Jimmy Connors, sancionado.No existe un favorito único porque al checoslovaco Lendl, número uno imbatible cuando está en forma, está demostrado que se le atraganta la tierra en algunos momentos. Muy cerca de Lendl, que debería encontrar en los cuartos de final al sueco Jarryd, están Noah y los inevitables suecos, encabezados por Wilander y Nystroem.

Los favoritos se terminan aquí, pero hay muchos otros aspirantes. El ecuatoriano Gómez, ganador en Florencia la pasada semana; los argentinos Vilas, renacido de sus cenizas a los 33 años tras ser finalista en Forest Hills, y Jaite, así como el español Sánchez Vicario, el checoslovaco Mecir, los suecos Jarryd y Edberg y los franceses Tulasne y Leconte, son capaces de amargar la estancia en París a cualquiera. En este grupo debería incluirse al alemán occidental Boris Becker, cuyo cuerpo pesado le convierte en muy patoso sobre la tierra.

En el torneo femenino el dominio de las norteamericanas Martina Navratilova y Chiris Evert, que han ganado casi todos los títulos mayores desde 1975, parece estar en el principio del fin. Navratilova perdió recientemente en la final del torneo de Berlín ante la joven alemana occidental Steffi Graf, de 17 años, que semanas antes había ganado a Evert. Steffi ya es presentada en su país como la réplica femenina de Becker.