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Los esfuerzos importantes se dejan para el final

La sesión de cierre semanal no ha aportado cambios sustanciales en la evolución de los mercados de valores por lo que el papel ha vuelto a ser el protagonista destacado, más por ausencia de otros factores que por su propia fuerza. El absentismo de los posibles compradores ha sido, pues, la verdadera causa de las fuertes caídas registradas por las bolsas, y es suficiente con echar un vistazo a los volúmenes contratados a lo largo de estos días para comprobar que el papel no resultó excesivo en ningún momento. El miedo, o la determinación de no comprar hasta que los precios estuviesen más bajos, han provocado la salida de papel, y ello frente a extraordinarias noticias que deberían haber hecho subir las cotizaciones sin ningún esfuerzo especial.A primeras horas de la mañana el papel permanecía fiel a su cita diaria, aunque había ciertas expectativas de que la situación mejorase. Pero los tanteos iniciales volvieron a constatar la ausencia de órdenes de compra y los nervios afloraron otra vez, causando estragos en las cotizaciones. Los valores eléctricos recibieron nuevos e importantes recortes, que han situado su índice particular 30

puntos por debajo de su máximo anual, un castigo que, en principio, no parecía todavía suficiente, ya que ni siquiera esos precios fueron capaces de mover a la demanda. Las bajas llegaron casi hasta los nueve enteros, y el ambiente ya estaba lo suficientemente frío como para que resultase muy difícil intentar aventuras en otros sectores.

Los valores bancarios tampoco cambiaron la trayectoria de la sesión, pues los siete grandes permanecían en la órbita del papel, alcanzando sus saldos un total de 338.420 títulos a la venta y con un volumen negociado similar al de la sesión anterior. Esta nueva baja sitúa el índice sectorial por debajo del 190%. Es fácil imaginar cómo transcurrió el resto de la jornada para los valores industriales, muchos de los cuales no pudieron contratar por falta de una mínima demanda que cubriese el 20%, de la oferta.

Sin embargo, algunos precios sí que consiguieron tentar a los hasta ahora inactivos compradores, y en algunos corros se procedió a efectuar entradas discretas. Esta toma de posiciones no pasé inadvertida para los que saben que la realidad suple con creces las carencias técnicas del mercado con sólo tomarse un poco de tiempo. La contratación continuada, que funciona de hecho, ya que no de derecho, comenzó a darle la vuelta discretamente a la sesión, quedando las posiciones al cierre bastante mejor que un par de horas antes. Esto no quiere decir que la tendencia a la baja vaya a concluir, pero se puede tomar como referencia para intervenciones posteriores. Las sesiones no son solamente el tiempo que duran los corros, aunque las variaciones que se producen con posterioridad al tiempo oficial no se ven reflejadas en los índices.

El nivel de la contratación continúa siendo muy bajo para la renta variable, mientras que el mercado secundario de pagarés del Tesoro se ha situado por encima de los 19.000 millones de pesetas nominales en la semana para las operaciones con pacto de recompra a una semana, lo que indica que el dinero se mantiene en torno al mercado y, tal vez, esperando tiempos mejores.

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