_
_
_
_

Sistema de seguridad de una cooperativa de taxis contra los atracos

Un número de identificación comienza a parpadear, a cualquier hora del día, con una ligera tendencia a la nocturnidad, en una pantalla situada en la planta 20 del edificio España, en la plaza del mismo nombre. Eso significa que uno de los 800 taxistas de la cooperativa Radioteléfono Taxi está en apuros. La telefonista da el aviso inmediatamente a los propios compañeros del amenazado y a la policía. Los primeros suelen llegar antes y en más de una ocasión se ha evitado el atraco y se ha detenido, y a veces magullado, al atracador.

El sistema se implantó en 1983, explica explica Gregorio González, presidente de Radioteléfono Taxi, la cooperativa más potente del sector en Madrid, tanto por su número de socios, unos 800, como por el número de viajes efectuados, 1.045.000 en 1985. Ese año la cooperativa se enfrentó al reto profesional de modernizar sus instalaciones, en particular el sistema de recogida de avisos de los clientes. Pero también al problema de cómo aumentar los márgenes de seguridad de sus trabajadores.En 1981 murió asesinado Martín Elvira Crespo, en un descampado del distrito de Ciudad Lineal. En octubre de 1982, aunque la agresión se produjo en diciembre del año anterior, murió Manuel Campos Ponce, también por heridas de navaja que le asestaron en las cercanías de la plaza de Manuel Becerra. En ese mismo mes de octubre falleció Pedro Peón Gil, y en junio de 1983, Juan José Bartolomé. Todos eran taxistas.

Las diferentes agrupaciones del sector se desgañitaron pidiendo a las autoridades mayor protección para los taxistas. El Ayuntamiento de Madrid autorizó la inmatalación de mamparas de seguridad en los taxis -sistema que no encontró aceptación- Otra cooperativa del sector anunció la instalación de una señal luminosa de socorro que se encendía en el exterior al pulsar el conductor un botón, señal que no podía ser vista por el pasajero-atracador, pero tampoco este sistema tuvo demasiada aceptación en el gremio.

Radioteléfono Taxi decidió crear su propio sistema de seguridad. Adquirió una centralita de avisos con tres canales, cada taxi tuvo un código de identificación, y se instaló en los vehículos una señal de alarma, conectada directamente con la central. El sistema se completará próximamente, cuando entre la cooperativa y la Policía Municipal quede instalado una especie de teléfono rojo que establece la comunicación simplemente con levantar el auricular.

Gregorio González se complace en explicar las características del sistema, que es muy simple. Cuando un taxista se siente amenazado, da una señal y en una de las tres pantallas conectadas al ordenador de la central aparece un número -el código de identificación- intermitente, acompañado de un pitido. La persona que atiende la central identifica el taxi y comunica a la Policía y a los restantes socios de la cooperativa que ese taxi, en tal zona, está en apuros.

La eliminación del peligro depende mucho de la tranquilidad del taxista. "Hay que tener en cuenta", añade Gregorio González, "que al pulsar el botón de alarma el micrófono queda abierto automáticamente, lo que permite escuchar desde la central la conversación entre conductor y pasajeros. Si el taxista tiene la suficiente sangre fría como para darnos alguna indicación del lugar donde está, una frase del tipo de pero, hombre, cómo me vas a atracar en plena calle tal, la localización es más exacta".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Más o menos, los hechos ocurrieron de esta forma hace un par de meses, cuando, en el camino viejo de Leganés, un presunto atracador, después de haber tomado el taxi cerca de la avenida de Oporto, vio cómo, de repente, comenzaban a aparecer taxis y rodeaban el suyo.

La policía se lo llevó minutos; más tarde detenido, y en ese tiempo el presunto atracador tuvo tiempo de golpearse con el pomo de la portezuela. "Ahora", termina el presidente, "nos encontramos más seguros, aunque no siempre se consigue evitar el incidente".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_