El Gobierno confía en que Francia expulse a 'Txomin' Iturbe

El Gobierno español dispone de "confianza fundada" en que la Administración francesa expulsará de ese país a Domingo Iturbe Abasolo, Txomin, máximo dirigente de la organización terrorista ETA Militar, detenido el domingo último en el sur de Francia, después de haber violado la orden de residencia obligatoria en Tours, que le fue impuesta en enero de 1984. Si las pretensiones españolas prosperan, Txom¡n sería deportado a alguno de los países suramericanos o africanos que se han comprometido con el Gobierno de Felipe González a acoger a terroristas.

El estatuto de refugiado político de Txomin supone, en opinión de los expertos consultados, un serio impedimento para que las autoridades francesas concedan su extradición, en el caso de que fuera solicitada a España. Por este motivo, entre otros, el Gobierno español pretende que la Administración francesa deporte a Iturbe Abasolo a alguno de los países que se han comprometido con España a acoger a terroristas.La decisión judicial sobre violación de la residencia asignada es independiente de la medida de expulsión que pueda adoptar el Gobierno francés.

Txomin prestará hoy declaración ante el juez de Bayona acusado de haber infringido una orden de confinamiento. La pena máxima a que podría ser condenado es, según la legislación francesa, de tres meses de prisión, aunque no es de obligado cumplimiento, por lo que podría quedar en libertad provisional.

Medios policiales franceses también informaron ayer que posiblemente el Gobierno de ese país decrete la expulsión de Domingo Iturbe Abasolo. Por su parte, el ministro de Justicia francés calificó la detención de Txomin como un "caso muy delicado" y se negó a facilitar más detalles.

Fuentes del Ministerio del Interior español, que se mantiene en permanente contacto con los responsables de la seguridad francesa desde la detención del dirigente de ETA Militar, declinaron hacer cualquier tipo de declaración sobre la detención de Txomin mientras Francia no adopte una decisión concreta sobre el caso. Estas fuentes no ocultaron que la solución idónea para España sería la deportación del dirigente etarra.

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