EI Rey, en el Parlamento británico
LA VANGUARDIA( ... ) El punto más delicado del discurso era la alusión a Gibraltar. La sensibilidad que hay en España para esta cuestión secular es conocida en el Reino Unido y en la misma corte; la elección del Peñón por el príncipe Carlos para iniciar su luna de miel bastó para que nuestros Reyes declinaran en 1981 la invitación a asistir a la boda real. Pocos días atrás se ha producido uno de esos periódicos roces que aparecen inesperadamente. Por eso los parlamentarios prestaron especial atención al planteamiento que, con altura de miras y con firmeza al mismo tiempo, hacía del asunto don Juan Carlos. Es el párrafo clave del discurso: "El diálogo sobre Gibraltar recientemente reanudado es un paso adelante, pero todavía queda mucho por andar. Confío en que nuestros Gobiernos sabrán estar a la altura de la historia para encontrar aquellas fórmulas que permitan transformar cualquier sombra en un elemento de concordia para la más amplia cooperación entre ambos países y para el bien de todas las partes interesadas y del futuro de Europa". Lo que ha sido elemento de división ha de convertirse en elemento de concordia , y la llave para entrar en ese nuevo clima es, por supuesto, Europa.Si no cabe decir que España "ha entrado" en Europa, pues España nunca ha dejado de ser y sentirse Europa, sí que al entrar en la organización común europea para el presente y el futuro, el primero de enero de este año España ha recobrado, como ha dicho el Rey, "el lugar que por su historia merece en la construcción de la Europa del siglo XXI". España y el Reino Unido son socios en esa empresa histórica
24 de abril
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