Un paquistaní expulsado de España permanece como polizón en un barco amarrado en Santander
Un joven polizón paquistaní expulsado dos veces de España y cuyo nombre no ha sido facilitado se resiste a su repatriación y permanecía ayer a bordo de un mercante chipriota amarrado en los muelles de Maliaño, al fondo de la bahía de Santander. Con el pretexto de ser un refugiado político, embarcó, sin ser visto, en el buque Largo, en Lisboa, hace unos días.
El capitán, de nacionalidad griega, ha denunciado el hecho a la policía de fronteras. El polizón, que tiene antecedentes delictivos, reclama, a cambio de ser repatriado, una indemnización de 1.000 dólares (unas 150.000 pesetas).
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