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El FMI rechaza las peticiones de los países en desarrollo para abordar la reforma monetaria

El comité interino del Fondo Monetario Internacional (FMI), que fija las líneas maestras de la estrategia del organismo mundial, rechazó ayer las reiteradas peticiones de los países en desarrollo para abordar cuanto antes la reforma del sistema monetario mundial. El comité, siguiendo los criterios de EE UU y de la mayoría de los países europeos, aplazó, bajo el eufemismo de que es necesario un mayor estudio, el establecimiento de "zonas de referencia" en los tipos de cambio, un mecanismo que se ha propuesto para estabilizar las evoluciones erráticas de los mercados monetarios.

ENVIADO ESPECIAL

Al término de dos días de reuniones en Washington, el comité interino, cuyos 22 miembros conforman una representación homogénea de países industriales y de naciones en desarrollo, también estimó la necesidad de "seguir explorando la formulación de indicadores objetivos", un sistema propuesto para condicionar las actuaciones sobre los tipos de cambio en función de la política y los resultados económicos de las naciones.En su comunicado final, el comité interino rechazó las peticiones de muchos países en desarrollo y de otros industrializados, como es el caso de España, para que se realice una nueva asignación de Derechos Especiales de Diro (DEG), papel reserva del fondo monetario, cuyo incremento supondría dotar de una mayor liquidez y capacidad de asistencia a los países miembros que atraviesan dificultades.

El comunicado del comité interino devuelve estas tres cuestiones fundamentales a la consideración de su directorio, y le pide que informe de nuevo en la reunión anual de septiembre. Con ello, el comité acepta, entre las protestas de los países en desarrollo (el ministro Funaro de Brasil pronunció un discurso durísimo contra los países industriales), las tesis expuestas el día anterior por el secretario norteamericano del Tesoro, James Baker, quien señaló que no son necesarias en estos momentos medidas especiales respecto a la reforma monetaria ni a la estrategia vigente para abordar el problema de la deuda.

Con todo, el comunicado refleja optimismo en relación con la actual evolución de la economía mundial. Insiste en la necesidad de profundizar en la caída que se está produciendo en los tipos de interés reales y abre la posibilidad para que se adopten medidas de mayor estímulo económico tanto en los países industriales como en el Tercer Mundo.

El comunicado aboga por el refuerzo de la actual estrategia para resolver el problema de la deuda del Tercer Mundo, aunque ratifica la política de tratar caso a caso la situación particular de cada país deudor. Hace una referencia al hecho de que la caída de los precios del petróleo supone una oportunidad única para insistir en las políticas de crecimiento, si bien recoge las opiniones de los países en desarrollo en el sentido de que el hundimiento de los precios de las materias primas perjudica a numerosas naciones deudoras.

Jarnes Baker manifestó que "existen unas condiciones objetivas en estos momentos para que los países en desarrollo estimulen sus economías", tales como precios del petróleo más bajos, un dolar desvalorizado y unos tipos de interés más reducidos. Similares opiniones fueron expresadas por el ministro de Finanzas de la República Federal de Alemania, Gerhard Stoltenberg, que si bien se mostró reacio a iniciar inmediatamente una nueva ronda de reducciones de los tipos de interés, en tanto en cuanto EE UU no diera pasos para reducir su déficit, sí estimó que existe "espacio suficiente" para tratar el tema en las próximas semanas.

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