El sector bancario apuesta por un cambio de tendencia

La tranquilidad vuelve a imponerse en los patios de operaciones después del importante recorte registrado en la jornada precedente. El asunto de los dividendos eléctricos sigue siendo el comentario de fondo de todas las conversaciones aunque el comportamiento de estos valores, con diversos altibajos pero disfrutando de un ambiente más calmado, ha abierto un período de reflexión en tanto se pronuncian sobre tan espinoso asunto las propias compañías. Mientras tanto, la misma caída de los precios ha conseguido reunir algún dinero en torno a las eléctricas, al igual que ya sucedió en la sesión anterior. Los tanteos son todavía muy cortos pero permiten tomar un pequeño respiro y, al tiempo, han conseguido desviar la atención del mercado hacia otros sectores.Otro de los grupos que venía registrando una fuerte presión de la oferta era el bancario, situación que se repitió ayer, aunque en esta ocasión la reacción de estos valores ha sido muy diferente. Exceptuando al Vizcaya, con un saldo comprador de algo más de 7.000 títulos, el resto de los principales valores del sector acumuló un saldo vendedor superior al millón de títulos. Los recortes fueron importantes, entre nueve y 30 enteros, aunque también se contó con un par de repeticiones.

La contratación ha subido con fuerza al alcanzar los siete grandes una negociación total de 1.200.000 títulos. Sin embargo la sorpresa surgió casi al final, cuando tres de estos valores, Hispano, Popular y Santander, barrieron los casi 800.000 títulos que les restaban sin contrapartida compradora, no faltando quien relacionaba este cambio de ambiente con la baja de los tipos de interés de los pagarés del Tesoro. Evidentemente la situación del mercado ha variado sustancialmente ante este cambio de tendencia.

Como casi siempre, los sectores industriales acusaron estos comportamientos desiguales de los principales grupos del mercado, ya que están atravesando una situación en la que por sí mismos no consiguen definir una tendencia, ni tan siquiera a nivel particular. Los cabezas de serie de los sectores químico y de construcción registraron diversos altibajos que indican la falta de perspectivas claras en relación al futuro inmediato aunque, en conjunto, las químicas disfrutaron de un ambiente más positivo.

Telefónica también pareció dispuesta a detener su caída y, al final, los índices generales de las cuatro bolsas registraron un retroceso muy similar, entre 42 y 75 centésimas. Estas bajas, y los discretos tanteos que venía realizando, el dinero a última hora, permiten suponer que lo peor ya ha pasado, y que ahora se pueden esperar acontecimientos desde posiciones más tranquilas.

Los pagarés del Tesoro, por su parte, mantienen la estabilidad en los tipos de interés anual obtenidos en las operaciones con pacto de recompra a una semana. Tras los ajustes de las sesiones anteriores, el 11% parece ser el nuevo techo de esta modalidad de contratación, al tiempo que se ajustan posiciones y el mínimo se establece en el 10,87%.

Para las operaciones a tres meses sigue siendo el 9,50% el tipo de referencia. La contratación total de pagarés se situó por encima de los 5.000 millones de pesetas nominales.