El plan estratégico de ENASA eleva a 3.500 el número de posibles despidos
La dirección de la Empresa Nacional de Autocamiones (ENASA), fabricante de los vehículos Pegaso, dio a conocer ayer al comité de empresa el plan estratégico diseñado para los próximos cinco años (1986-1990), en el que se contempla una drástica reducción de la plantilla. Según el plan, los despidos serían 2.500 como mínimo y 3.500 corno máximo, de una plantilla total de unas 9.000 personas. Las anteriores previsiones cifraban el máximo de despidos en alrededor de 2.000. Asimismo, se efectuaría una inversión total de unos 30.000 millones de pesetas, dirigida especialmente a elevar el nivel tecnológico e investigador de la firma.
Fuentes del comité de empresa afirmaron que el plan, que fue explicado oralmente y mediante diapositivas, "es enteramente rechazable y, a pesar de no haberlo estudiado detenidamente, podemos adelantar que no lo aceptamos".
Disposición a negociar
La dirección de ENASA, dijo estar dispuesta, sin embargo, a negociar el plan globalmente, lo que fue calificado por los sindicatos de "único detalle positivo". Asimismo, la empresa insistió en que la reducción de plantilla se efectuaría sin medidas traumáticas, de forma pactada y escalonada a lo largo de los cinco años. Fuentes ugetistas del comité de empresa valoraron positivamente un hipotético plan de jubilaciones anticipadas, aunque puntualizaron que las jubilaciones no podrían cubrir en ningún caso el elevado número de bajas deseado por la dirección.El plan estratégico de ENASA hasta 1990, que ya ha sido aprobado por el Instituto Nacional de Industria (propietario de la empresa), no contempla en ningún momento una posible venta de acciones a alguna empresa multinacional. Un directivo de la firma confirmó que "no hay contactos con General Motors ni ninguna otra empresa, a pesar de los esfuerzos que hemos realizado". No se descartan, sin embargo, acuerdos coyunturales de colaboración tecnológica con otras empresas de automoción, como los que ya existen en la actualidad.
El plan contempla también un aumento de la productividad, pero no forzosamente de la producción, que en 1985 fue de 12.000 unidades. La dirección considera necesario un paulatino desmantelamiento de las secciones dedicadas a la fabricación de furgonetas y camiones ligeros, para concentrar todos los esfuerzos en la producción de vehículos militares y camiones pesados. Con ello, según el plan, podrían obtenerse beneficios en 1990. La cuenta de resultados arrojó unas pérdidas próximas a los 9.000 millones de pesetas en 1985.
Hoy se celebrará una nueva reunión, entre el comité de empresa y la dirección, para proseguir con la negociación del convenio.
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