Huelga general hoy en Argentina contra la política económica del Gobierno radical

La quinta huelga general desde que llegó al poder el presidente argentino Raúl Alfonsín, en 1983, convocada para hoy por la Confederación General del Trabajo (CGT, peronista), señala el punto álgido del enfrentamiento entre el Gobierno radical y los sindicatos peronistas.Al paro de actividades entre las diez de la mañana y las diez de la noche (dos de la tarde de hoy y dos de la madrugada de mañana, hora peninsular española, respectivamente) se suman las movilizaciones previstas en todas las grandes ciudades de Argentina. El líder de la CGT, Saúl Ubaldini, será el único orador en la concentración que se realizará en el centro de la ciudad de Buenos Aires, en la intersección de las avenidas Independencia y Nueve de Julio.

El Gobierno decidió utilizar el aparato de la Administración y toda la estructura partidaria de la Unión Cívica Radical (UCR) para hacer frente a la huelga. Los periódicos publicaron, el pasado fin de semana, anuncios (de la Secretaría de Información Pública y de la UCR sobre el paro. Asimismo, los tres canales de televisión y las emisoras estatales difundieron, cada 10 minutos, mensajes contra la huelga. La ciudad amaneció ayer alfombrada con miles de panfletos con el escudo de la UCR y la siguiente frase: "Mientras algunos quieren parar, nosotros seguimos avanzando".

Por su parte, los carteles de la CGT tienen dos consignas centrales, que vinculan la huelga de hoy con el debate sobre la deuda externa que aún continúa el Parlamento. La primera dice: "Hay que pagar la deuda con el pueblo", y la segunda: "Para que el pueblo no pague lo que no debe".

Frágil sistema democrático

El frágil sistema democrático argentino atraviesa el más estrecho desfiladero desde que se restableciera el sistema de libertad. La tensión crece en una escalada que enfrenta a los dos partidos mayoritarios, la UCR y el Partido Justicialista. La central obrera, de orientación peronista, se ha convertido en el eje de la oposición por la crisis interna que sufre la dirección política del peronismo, fracturada entre la dirección oficial y los llamados renovadores. Por su parte, el Gobierno siente ya el desgaste de más de dos años de gestión. Superadas las expectativas que giraron alrededor del juicio a las Juntas Militares de la dictadura, la crisis económica saltó al primer plano.

El peso brutal de la deuda externa, que supera los 50.000 millones de dólares (unos 7,5 billones de pesetas), y a la que el país destina el 30% de sus exportaciones sólo para pagar menos de la mitad de los intereses, impide cualquier intento de reactivación. El severo ajuste del Plan Austral elaborado por el Gobierno, aplicado desde junio de 1985, alcanzó su objetivo de reducir la inflación del 430%. a menos del 36% mensual, pero ha significado una pérdida importante en el salario real de los trabajadores; dicha pérdida, desde 1983, es superior al 60%. El desempleo y la subsistencia con un promedio mensual de 100 dólares (alrededor de 15.000 pesetas) afecta al 40% d e la población activa.