Discrepancias en el Gobierno ante el proyecto de Economía de reducir el salario mínimo, a los menores de 21 años
El Gobierno ha discutido, varias veces en las ultimas semanas un proyecto para bajar el salario mínimo que cobrarían los jóvenes. La idea, mantenida hasta ahora en secreto, formaba parte del paquete de medidas económicas diseñado por el titular de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga. Su objetivo era reducir el paro juvenil, que afecta en España a más de 1,5 millones de personas. Pero la oposición expresada por diversos miembros del Ejecutivo ha impedido la aprobación de la norma. Esta no aparece en el decreto-ley que Solchaga presentará hoy a los medios informativos.
La patronal CEDE se ha mostrado ajena a la iniciativa, aunque fuentes de la misma opinaron que, si prosperara, sería la más efectiva para crear empleo. Antes de anunciar a un millar de empresarios el paquete de medidas para apoyar la recuperación de la economía española, Carlos Solchaga lo presenté, al Gobierno. En este conjunto de actuaciones figuraban algunos proyectos que omitió anunciar el titular de Economía en su reunión del pasado 27 de febrero con la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD).Entre ellos, tino fue aprobado inmediatamente: la reducción de uno o dos puntos en las retenciones del impuesto sobre la renta para casi millón y medio de personas. Otros empezaron a ser tramitados por niveles inferiores de la Administración, sin conseguir hasta ahora su aprobación, como la libertad de una veintena de precios sometidos a control administrativo. Varios más no han obtenido siquiera el respaldo de todo el Gobierno. Es el caso de la reforma del salario mínimo.
Flexibilizar el empleo
Según fuentes gubernamentales, este último proyecto pretendía avanzar en la flexibilización del empleo juvenil, iniciada hace dos años con la reforma del Estatuto de los Trabajadores. Su finalidad más inmediata consistía en bajar el salario mínimo de las personas situadas entre los 18 y los 21 años de edad, para lo cual se requiere una disposición con rango legal.El salario mínimo ya es en la actualidad sensiblemente más reducido entre los jóvenes. Tras sus elevaciones del 7% para 1985 y del 8% para el presente año, los trabajadores mayores de 18 años deben cobrar por lo menos 40.141 pesetas mensuales o 1.338 pesetas diarias. En cambio, la remuneración más baja para las personas de 17 años está en 24.630 pesetas. Igualmente, el mínimo es de 15.150 pesetas al mes para los menores de dicha edad.
Así las cosas, el paro afecta en España a uno de cada dos jóvenes menores de 25 años. Las últimas cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), publicadas en diciembre, vaticinaban que el desempleo juvenil afectará este año a 48 de cada 100 jóvenes, según refleja el cuadro adjunto. Pero tales estimaciones excluyen a unos 46.000 jóvenes a los que el Instituto Nacional de Estadística considera en busca de empleo, pero que son marginados de sus cifras oficiales porque la edad legal para trabajar empieza a los 16 años.
Aunque intenta atajar este problema, el Gobierno parece haber descartado el proyecto de Solchaga para bajar el salario mínimo de los jóvenes de 18 a 21 años. Fuentes informadas han dicho que, antes de tomar alguna decisión importante en materia de mercado de trabajo, al Ejecutivo le gustaría que haya sido pactada entre empresarios y sindicatos. En pleno debate sobre el asunto, Carlos Solchaga aprovechó su mencionada reunión con los empresarios, al anunciar el grueso de su paquete, para invitarles a que supriman numerosas rigideces que hoy se añaden a las leyes laborales para mejorarlas.
Pese a esta invitación a que las empresas actúen sin esperar medidas del Gobierno, la Administración sigue estudiando otras formas de flexibilidad, en línea con las recomendaciones realizadas tanto por sus expertos en el mercado de trabajo como por recientes informes del Banco de España. Especialistas de esta entidad opinan que la flexibilidad la está imponiento y la impondrá aun más en el futuro el propio mercado, bien de forma salvaje (a través de las múltiples caras de la economía oculta), pactada por los interlocutores sociales o dirigida por los empresarios.
La CEOE no conoce
Fuentes de la patronal CEOE, que debe ser consultada en materia de salario mínimo, al igual que los sindicatos, dijeron el viernes que desconocían tanto el citado proyecto del Gobierno como el contenido de la anunciada reforma en el cómputo de las horas extras. Añadieron que tampoco lo han solicitado así de forma concreta, aunque han reiterado en los últimos años que los altos niveles salariales distorsionan la contratación juvenil.La modificación del artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores para suprimir topes en las horas extras (que tienen cómputos diarios, semanales, mensuales y anuales) figura en el decreto-ley aprobado el vienes por el Consejo de Ministros y que será presentado inmediatamente a los medios informativos por Carlos Solchaga. El decreto-ley, tras el cual habrá otro para favorecer el acceso de las pequeñas y medianas empresas a las bolsas, así como diversas normas complementarias, suprimirá numerosos tramites administrativos para la creación, traslado o ampliación de empresas y bajará los impuestos sobre las plusvalías descontanto los efectos que tiene la inflación en las mismas.
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