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BALONCESTO

El Real Madrid, obligado a 'hacer historia' ante el Zalguiris soviético

Luis Gómez

El Real Madrid aspira hoy a una hombrada. A partir de las nueve de la noche (TVE 2) está obligado a que el campeón soviético, con internacionales como Sabonis, Komithius, Kurtinaitis o lovasiha, caiga derrotado por más de 18 puntos de diferencia. Está en juego la final de la Copa de Europa y disputarla ante el enemigo número uno, el Cibona. Si lo consigue, "habrá hecho, una vez más, historia", según frase lapidaria acuñada por los jugadores madridistas. De lo contrario, formarán parte de la ya copiosa biografía de Drazen Petrovic, su enemigo número uno. El matiz está en ser protagonista de una hazaña o de una anécdota.

Las jornadas previas a este encuentro han estado repletas de especulaciones de diverso tipo. Primera fue la posible ausencia de Komithius, internacional soviético. La misma mañana del martes se despejó la duda cuando apareció en la expedición del Zalguiris. Komithius es un jugador importante, no sólo corno anotador -marcó 35 puntos al Real Madrid en Kaunas- sino como buen penetrador y abastecedor de balones a su compañero Kurtinaitis y, sobre todo, a Sabonis. Su ausencia significaba un hombre menos a marcar con especial cuidado.Segunda especulación: la diferencia de tantos. Jugadores y técnico hicieron cuentas y llegaron a la conclusión de que era necesaria una victoria por más de 18 puntos al Zalguiris para estar en la final siempre y cuando el Cibona gane al Limoges. La circunstancia más favorable será si el Simac pierde con el Maccabi en casa, pero los italianos se han cuidado muy mucho de que algo así no llegue a suceder trasladando el escenario del encuentro a una localidad cercana a Milán, donde el público es más ardoroso. El partido Limoges-Cibona -cuyo resultado no se conocía al cierre de esta edición- es el punto de partida a toda especulación, puesto que una derrota del Cibona supone que el Real Madrid queda apartado de la final. Claro está que la prensa yugoslava se aprestó a insistir en que el Real Madrid se vengaría, en caso de derrota, dejándose ganar ante el Zalguiris, lo que supondría dejar fuera de la final al equipo yugoslavo.

Consulta

En esa circunstancia, se planteó la duda sobre una victoria por 18 tantos, que provocaba un triple empate en el basket averaage. "Hicimos una consulta para saber qué es lo que se aplicaba en este caso y creo que salimos perjudicados, así que lo mejor es que ganemos por 23 o 25", bromeó Lolo Sainz.La tercera especulación ha sido la horaria. El Real Madrid decidió poner la hora del encuentro a las nueve de la noche para asegurarse el pleno conocimiento de lo que tiene que superar para estar en la final -la Cibona jugó ayer y el Simac-Maccabi comienza a las ocho y media-.

Rebasadas todas estas circunstancias queda el partido Real Madrid-Zalguiris. ¿Cómo están los ánimos de los jugadores madridistas?. Cabe decir que exaltados. Lolo Sainz habló de reacción latina cuando comprobó que sus jugadores aseguraban como "cosa hecha" una amplia victoria ante los soviéticos. Lolo Sainz calcula como propicia "una diferencia de 10 o 12 puntos en el descanso".

Iturriaga manifestó públicamente: "Acepto cualquier tipo de apuestas en nuestra contra". Del Corral, ligeramente lesionado, se mostró mas modesto: "Estaré dispuesto para echar una mano. ¿Yo titular en el Real Madrid?. No, yo soy un membrillo". Por último, el capitán, Corbalán, no ha perdido su tradicional equilibrio, a pesar de la iniciativa de la revista Gigantes del Basket, que solicita a sus lectores 11 envío de postales con el mensaje "Vuelve, Corbalán a la selección española". Se limitó a decir: "Si la cosa se pone fea, convocaré referéndum".

Aspirante

Sin embargo, lo realmente difícil para el Real Madrid es que jugará, no sólo contra el campeón soviético, sino contra un serio aspirante a la final, porque el Zalguiris necesita imperiosamente el triunfo. Por tanto, no es un equipo que venga de comparsa sino todo lo contrario, como lo demuestra el hecho de que llegara a Madrid con 24 horas de antelación a lo habitual y realizase entrenamientos de mañana y tarde en el pabellón.La única referencia que abre alguna esperanza para el Real Madríd es que el Zalguiris, que no es un equipo disciplinado, perdió por 29 tantos en Milán y llegó al descanso del Cibona-Zalguiris con 20 en contra. Lo indudable es que superar la barrera de los 19 puntos tendrá el caracter de gesta deportiva. Y alcanzar esa gesta no supondrá otro premio que una final Cibona-Real Madrid en Budapest el próximo 3 de abril, que sería la sexta edición del contencioso con Drazen Petrovic.

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