El plan de reforma del Rastro, acogido con inquietud por los vendedores callejeros
La reforma del Rastro, cuyo estudio se inició ayer al pedir el gabinete de gobierno un informe sobre la viabilidad de un aparcamiento bajo la plaza de Cascorro, preocupa a los vendedores de fin de semana. Según Ángel Valeriano, presidente de la Coordinadora de Colectivos de Vendedores del Rastro (Codeco), que representa a un millar de vendedores, "la reforma propuesta va a suponer un golpe para la actividad del Rastro. Es curioso que el Ayuntamiento salga ahora con una propuesta tras tres años de olvido municipal que han convertido el Rastro en una especie de selva", dijo.
La conversión de la Ribera de Curtidores en una vía para peatones y la construcción de un aparcamiento para residentes y comerciantes bajo la plaza de Cascorro son consideradas innecesarias por el representante de la Coordinadora del Colectivo de Vendedores del Rastro (Codeco). "Los problemas son otros, y el Ayuntamiento cree que metiendo muchos millones en unas obras se logra arreglar una situación que en estos últimos años se ha deteriorado precisamente por la falta de interés municipal", manifestó Ángel Valeriano.Según Valeriano, el Rastro "ha crecido para dentro ante la falta de una salida natural que permitiera su expansión. Ello ha hecho que la gente se apiñe, pero la culpa es del Ayuntamiento, que no controla el Rastro. Si tienen un censo, fue porque nosotros lo pedimos y lo hizo Protección Civil. La Policía Municipal no aparece, y así los vendedores hemos tenido que pedir la intervención de la Policía Nacional ante la proliferación de trileros y carteristas y hasta de personas que sacan un cuchillo y asaltan a nuestros clientes. En esta zona no actúa ni la cuarta parte de la Policía que se envía a un partido de fútbol", añadió.
Para este portavoz, la solución no es la reducción a la mitad de los puestos como propugna el Grupo Popular, sino la expansión del ámbito del Rastro por la ronda de Toledo. "Eso no significa que no se controle el espacio de cada vendedor de acuerdo con el artículo ofrecido, pero desde luego si se acometen las obras y mandan 1.400 puestos a otro punto de la ciudad eso supondrá cargarse el Rastro, porque en esa otra zona se podrá decir que hay un mercadillo pero no será el Rastro".
Reordenación justa
"Llevamos dos años y medio pidiendo una reordenación justa del Rastro, pero el Ayuntamiento no tiene las ideas claras y cambia continuamente sus criterios. Ahora hablan de poner una única hilera de tenderetes en las calles estrechas y antes decían que doble fila pero a más de cuatro metros de las esquinas. Han llegado a hablar de vallas fijas para crear pasillos por la Ribera de Curtidores. El Rastro es una cosa viva. Sería maravilloso que en vez de pensar en hacer del Rastro unos grandes almacenes le dotaran de una mínima infraestructura con ambulancias en puntos deterininados, vigilancia policial y otros servicios de los que está necesitado un mercado famoso internacionalmente", añadió.
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