Los mercados inician un período de reflexión
Los mercados de valores han entrado en una fase en la que, a primera vista, las realizaciones han comenzado a dar cuenta de las plusvalías acumuladas en las últimas sesiones. Sin embargo, la capacidad de absorción mostrada en estos primeros tanteos ha servido para plantear algunas incógnitas, una de las cuales se refiere a la necesidad de vender en estos momentos. Hasta aquí, una de las dos principales corrientes de opinión del mercado, pues la otra hace referencia a un proceso de asimilación de la enorme cantidad de papel, eléctricas y comunicaciones, que ha aparecido en los mercados en las dos primeras sesiones de la semana.La difícil digestión de un Volumen de títulos que, llega casi a los 7.000 millones en pesetas efectivas, ha apagado el ímpetu de la demanda, al tiempo que ha servido para provocar la salida de las primeras partidas vendedoras procedentes de la especulación, con lo que se entremezclan los efectos de ambas opiniones.
La contratación alcanzada por el mercado madrileño el martes pasado batió todos los récord posibles, pues se superaron los 12.500 millones de pesetas efectivas al poder cerrarse casi todas las operaciones gracias a la casi milagrosa aparición de títulos. El freno en la ascensión de los índices generales podría obedecer, pues, a la saturación de la demanda, aunque el intercambio de títulos registrado ayer muestra una gran capacidad compradora, por parte de los inversionistas, unida a la necesidad de deshacerse del papel sobrante por parte de aquéllos que inflaron sus peticiones contando con la posibilidad de que, también en esta ocasión, se procediese al prorrateo.
Este período de tranquilidad que se ha abierto en los mercados, ha servido, además, para volver a recordar los temas pendientes, completamente olvidados con el vértigo de la subida. La consulta del próximo día 12 ha vuelto a cobrar actualidad, pero esta vez con unas dimensiones sensiblemente reducidas, pues el panorama económico ha variado lo suficiente como para restarle importancia al resultado o, cuando menos, para situarlo más alejado del microcosmos bursátil.
Estas pequeñas incertidumbres políticas, unidas a la casi saturación de la demanda, han de traer a los mercados un período en el que las realizaciones de beneficios alternarán con las tomas de posiciones y la búsqueda de liquidez, lo que lleva a un dificil pronóstico. Al tiempo, la pequeña subida del dinero registrada ayer traerá algunas incertidumbres adicionales que al cierre ya se dejaban sentir en los patios de operaciones.
La sesión en sí supuso un recorte casi general para el sector eléctrico, con la excepción de Endesa, que el próximo día 10 abonará un dividendo a cuenta del pasado ejercicio con un importe correspondiente al 5% neto del capital social, esto es, 25 pesetas netas por acción. Los sectores industriales también registraron recortes generalizados, al igual que sucedió con Telefónica. Por el contrario, el sector bancario se mantiene al alza, a pesar de que el papel también estuvo presente en este sector. El saldo global de los siete grandes se situó en 135.460 títulos a la compra, con subidas importantes para el Bilbao y el Hispano.
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