Corazón Aquino acepta una invitación del Rey para visitar España
ENVIADO ESPECIALEl rey Juan Carlos invitó ayer a la presidenta de Filipinas, Corazón Cory Aquino, a visitar España, por medio de un mensaje personal que entregó el embajador de España en Filipinas, Pedro-Ortiz Armengol. "Acepto la invitación", declaró Aquino. Aunque, naturalmente, no figura entre sus Prioridades ninguna visita al exterior, mientras la Prensa de Manila especula sobre la eventual visita a Filipinas del presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, cuando a primeros de mayo viaje a Asia para participar en la cumbre de ]las siete primeras potencias industrializadas, a primeros de mayo en Tokio.
"El cambio político abre una nueva fase para las relaciones hispano-filipinas", afirmó el embajador, que fue el primer representante diplomático en ser llamado a consultas a Madrid, como símbolo de protesta por la situación en que la dictadura del presidente Ferdinand Marcos había sumergido al país, tras el fraude electoral.
Desde el deterioro de la situación política filipina, con el asesinato del ex senador Benigno Aquino, en agosto de 1983, la diplomacia española estuvo presente en varios actos vinculados con la oposición, incluidos los funerales celebrados días antes de la caída del régimen de Marcos por el líder de la oposición, Evelio Javier, donde la presencia del embajador de España fue citada en primer lugar por Butz Aquino, hermano del ex senador asesinado.
"Me alegro de poder verla en una situación que no es triste, señora presidenta", dijo el embajador a Cory Aquino, al entregarle ayer el mensaje del rey Juan Carlos, en el Cojuangco Building, sede de la campaña electoral de Cory Aquino e improvisado centro de gobierno, a la espera de que concluyan los trabajos de limpieza y adaptación del palacio presidencial de Malacañang, cuyas instalaciones fueron parcialmente saqueadas por los filipinos en la noche del pasado 25 de febrero, tras la huida de Ferdinand Marcos.
Aunque el ambiente diplomático es inicialmente muy favorable entre el Gobierno español -algunos de cuyos miembros recibieron en varias ocasiones a miembros de la oposición filipina-, las "buenas palabras" no pueden bastar si España desea estrechar su cooperación en lo que fue dominio de España durante 400 años y cuya herencia es todavía palpable en nombres y costumbres.
"Hay muchas posibilidades de mejorar las relaciones tanto en lo económico como en lo cultural", añadió el embajador, cuya gestión de más de cuatro años al frente de la embajada de Manila pasó por momentos fríos en las relaciones con el régimen de Marcos.
En lo económico, sin embargo, España no ha avanzado, por el momento, ninguna propuesta específica de cooperación, a diferencia de Estados Unidos, Japón, Australia, Reino Unido o la República Federal de Alemana.
"Queremos más inversiones y no más crédiios", afirmó el nuevo ministro de Finanzas, Jaime Ongpin. España puede aportar a Filipinas "cooperación en tecnologías de tipo medio, sobre todo en el sector agro alimentario ", afirmó Juan Gascón, consejero comercial de España en Filipinas.
