Bernardo Bueno,
concejal de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla y miembro del PSOE, demostró ayer, durante la inauguración de la I Bienal Iberoamericana de Arte Seriado, que las normas están para cumplirlas y que tan elemental principio hay que predicarlo con el ejemplo. Al final del acto oficial, que contó con la presencia del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, y al grito de "¡Aquí no se puede fumar!", Bueno acompañó hasta la puerta al presidente de la Junta de Andalucía, José Rodríguez de la Borbolla, para que apagara el cigarrillo que acababa de encender. Un minuto después, y tras una breve inspección entre las autoridades asistentes, Bueno repitió la operación con el consejero de Cultura de la Junta, Javier Torres Vela.
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