Un polideportivo, una plaza y un edificio de viviendas sociales llenarán el 'triangulo de oro'

Un polideportivo municipal con unas características arquitectónicas especiales se comenzará a levantar en las próximas semanas en el denominado triángulo de oro (terreno comprendido entre las calles de Bravo Murillo, Capitán Haya, José Castán y Ulpiano Benito). Ya se ha terminado el largo trámite de expropiación, que ha durado 28 años, y han sido desalojadas las 42 familias que allí vivían. Junto a este polideportivo, con pistas polivalentes, frontón y piscina, se abrirá una plaza y se construirán 50 viviendas de promoción pública, que servirán, en su mayor parte, para conseguir el realojamiento de vecinos de Tetuán.

El proceso que se ha completado ahora con el desalojo de los cinco últimos vecinos se inició en 1958, cuando la antigua Comisaría de Urbanismo acordó la expropiación de una parcela de unos 41.000 metros cuadrados comprendida entre las citadas calles con objeto de construir sobre ella diversas dependencias administrativas. Las actas previas para la ocupación tanto de los terrenos como de las viviendas que allí se levantaban fueron suscritas en 1972, momento en el que la zona pasó a ser de titularidad pública, si bien no se produjo ninguna transformación ante la resistencia de los vecinos a cobrar las indemnizaciones -que fueron ingresadas en la Caja General de Depósitos- y a abandonar sus casas.La zona entró entonces en una fase de deterioro que provocó el abandono de algunos edificios mientras se producían situaciones como la ocurrida en 1978, cuando la comisión delegada del Área Metropolitana proponía permutar los terrenos expropiados por otros situados en el polígono residencial de Santa Luisa. Esta propuesta suponía el cambio de uso de la zona y fue denunciada como una operación especulativa.

Proceso irreversible

"Cuando la Comunidad de Madrid se hizo cargo de la zona comprobó que el proceso de remodelación era irreversible porque muchos edificios estaban abandonados y las expropiaciones ya estaban realizadas", informa Jesús Morón, viceconsejero de Ordenación del Territorio. "Ante eso tuvimos que dar una solución a los vecinos que allí permanecían al tiempo que se fijaba un uso claramente público de los terrenos", dice.De esta forma, desde junio de 1984, en que comenzó el desalojo, en medio de la protesta de los vecinos, la Consejería ha entregado 17 viviendas de promoción pública y cuatro locales comerciales y ofreció otras 10 viviendas y otros cuatro locales, que fueron rehusados. Paralelamente, el Plan General de Ordenación Urbana calificó la zona como espacio deportivo de uso público.

El polideportivo que será construido, según informó Enrique Bardají, gerente municipal de Urbanismo, ha sido proyectado por el arquitecto catalán Pep Bonet, y a pesar de su escasa altura se espera que sea un hito arquitectónico. Se construirá en ladrillo y piedra, con unas cubiertas de perchas metálicas sobre la zona deportiva compuesta,por un frontón en la parte más cercana a la calle de Bravo Murillo, unas pistas para la práctica de varios deportes y una piscina cubierta en la parte más cercana a la calle de José Castán. Precisamente en el triángulo formado por esta calle y la de Capitán Haya se construirá una plaza, a la que dará la entrada principal al complejo, que se completa con una zona de vestuarios generules en un edificio situado en las cercanías más cercana a Capitán Haya.

La operación se completará con un edificio de 50 viviendas de promoción pública que servirá de remate arquitectónico al único inmueble del triángulo de oro que no fue expropiado, situado en el número 380 de la calle de Bravo Murillo. Los espacios comprendidos entre este edificio, el polideportivo y la plaza quedarán abiertos al paso de transeúntes.