Coalición Popular prepara mociones de censura contra el Gobierno si triunfa el 'no'

Coalición Popular estudia la posibilidad de presentar lo que un dirigente de AP calificó de "mociones de censura en cascada" si el Gobierno perdiese el referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN. A una "probable" moción de censura contra el Gobierno central, que se presentaría inmediatamente después de la derrota de los socialistas en el referéndum, seguirían otras en los parlamentos de aquellas comunidades autónomas dominadas por el PSOE y en las que el no se hubiese impuesto sobre el sí en la consulta popular.

Las mociones de censura en algunos parlamentos autónomos se justificarían, de acuerdo con las fuentes de Coalición Popular consultadas por este periódico, en el hecho de que al haber triunfado el no en la comunidad de que se trate, "eso significaría que los socialistas ya no representan allí a la mayoría de la población".La presentación de estas "mociones de censura en cascada" tendría la ventaja, aunque ninguna de ellas prosperase, de aumentar el desgaste del Gobierno tras una derrota en el referéndum y a pocos meses de las elecciones.

Todas las fuentes de Coalición Popular consultadas admiten como "buena hipótesis de trabajo" la posibilidad de que sea presentada la moción de censura tras el referéndum "incluso si el Gobierno lo gana por escaso margen", como parece resultar más verosímil para los dirigentes de la oposición.

Coalición Popular trabaja con la "certeza jurídica" de que, aunque el Gobierno pierda el referéndum, en ningún caso podría disolver las Cortes al día siguiente de celebrada la consulta popular, contra lo que se barajó en los últimos días en algunos medios a raíz de las declaraciones efectuadas el martes por Felipe González en la Cadena Ser.

La Constitución, la ley Electoral y la ley del Referéndum impiden, de acuerdo con la opinión mayoritaria de los expertos de la Coalición Popular, una disolución inmediata, ya que en ningún caso podrían celebrarse elecciones generales antes de mediados de junio, en virtud de la disposición legal que prevé que un referéndum debe estar separado al menos por tres meses de la celebración de unas elecciones.

Al mismo tiempo, como los comicios legislativos deben ser convocados con una antelación de entre 30 y 60 días, y coincidiendo con la disolución de las cámaras (artículos 68 y 115 de la Constitución), esta disolución no podría realizarse antes de mediados de abril.

Ello supone que las actuales Cortes seguirían su mandato, en cualquier caso, durante un mes tras la celebración del referéndum, tiempo que sería aprovechado por el Grupo Popular para presentar la moción de censura (y, en su caso, las restantes mociones de censura en algunos Parlamentos autonómicos).

Preocupación

El portavoz del Gobierno, Javier Solana, descartó ayer, probablemente teniendo en cuenta estas consideraciones legales, que las elecciones legislativas se celebren antes de junio, aun en el caso de que el Gobierno pierda la consulta sobre la OTAN, algo que consideró poco probable. "El Gobierno tiene preocupación, pero no nerviosismo, ante los resultados del referéndum", dijo.

Esta preocupación fue trasladada hace dos días por el propio Felipe González al presidente del CDS, Adolfo Suárez, a quien comentó los resultados escasamente favorables de los últimos sondeos encargados por el Gobierno.

En declaraciones ayer a Radio España, Solana consideró que la victoria del no a la permanencia de España en la OTAN "sería un duro golpe para el Gobierno".