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Un tripulante desaparecido y varios heridos a causa del temporal que azota la costa gallega

El temporal que padece desde el pasado domingo la costa noroeste y la zona sur de España fue especialmente intenso ayer en Galicia -con vientos de hasta 120 kilómetros por hora y que produjeron olas de 10 metros de altura en las proximidades de los puertos costeros-. El temporal ha producido importantes daños y hundido algunas pequeñas embarcaciones, así como la desaparición de un tripulante de un mercante japonés a la altura de Finisterre, que cayó al mar cuando intentaba amarrar la carga. Siete tripulantes de dos barcos sufrieron lesiones. El temporal en el Sur obligó a la paralización de la flota pesquera de Cádiz.

En el puerto de Finisterre, donde se hundieron dos barcos, las tripulaciones tuvieron que soportar el temporal a bordo mientras, debido a un corte de energía eléctrica, el puerto era iluminado con los faros de automóviles. En la zona costera también se produjeron apagones, cortes momentáneos de carreteras con caída de árboles y derrumbamiento de muros y edificios en estado ruinoso. La ría de Vigo permaneció ayer durante varias horas cerrada al tráfico de pasajeros, y durante la mañana fueron ingresados en centros sanitarios de la ciudad siete tripulantes, uno de ellos grave, de dos barcos, el carguero francés Port Royal y el ferry noruego Black Prince.La intensidad del temporal, con vientos racheados de hasta 100 kilómetros hora, en el sur de España obligó ayer a amarrar la flota pesquera gaditana, mientras la subida de las temperaturas provocaba un inquietante deshielo en las zonas montañosas del país. Así, cuando aún persisten los ecos de los problemas derivados de las nevadas, el riesgo de posibles inundaciones causadas por el deshielo ha comenzado a inquietar en algunos puntos del norte de la provincia de Burgos, donde Protección Civil estaba ayer en estado de alerta, informa Ángeles Gil. El río Ebro presentaba ayer un aumento preocupante de nivel y algunos de sus afluentes en puntos de las Merindades ofrecían síntomas de desbordamiento.

Entretanto, en Asturias, cuatro puertos de montaña permanecían cerrados al tráfico ayer, y era obligatorio el uso de cadenas en otros nueve, informa Mario Bango.

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