Schuster quiere cambiar de país y de club

Bernd Schuster, el rubio capitán del Barcelona, está cansado de vivir en Cataluña, y por ello ha surgido su deseo -que tanta polémica está ocasionando- de empezar algo nuevo en otro país y en otro equipo. El jugador se confiesa decepcionado de la vida de futbolista, que es cada vez más parte de un negocio, pero admite que fue un negocio lo que le llevó a Barcelona. Schuster cree que la directiva presiona a los medios de comunicación.

Bernd Schuster muestra su satisfacción por vivir en Barcelona "sobre todo en cuanto al clima, muy distinto al de Alemania. Pero llevo aquí seis temporadas y siempre se llega al punto en que se busca algo nuevo, por lo que estoy planteándome el empezar en otro país y en otro equipo", afirma. Está convencido de que no hay ningún club que pueda competir con el Barcelona en cuanto a su entorno, pero asegura: "Aquí siempre surgen problemas porque hay demasiada gente que quiere imponer sus criterios".El jugador cree que la directiva del Barcelona ejerce presión sobre los medios de comunicación porque algunos directivos tienen parte en diversos periódicos. "Creo que, en situaciones delicadas, pueden llegar a ejercer algún tipo de presión, pero es algo a lo que uno se acostumbra con el tiempo". Para evitar problemas decidió cortar por lo sano y no hacer declaraciones: "Desde que lo he hecho, vivo mucho más tranquilo".

No está de acuerdo con el periodismo que se hace en España. Y matiza: "He estado observándolo durante un tiempo y, al principio, pensé que debía ser comprensivo, pero he podido comprobar que los que más presumen de saber de este deporte no tienen mucha idea y se dedican a sacar otras noticias que no tienen relación con el fútbol".

El admirador

Y agrega que, como no está de acuerdo con esa forma de periodismo, escoge a las personas con las que habla, como José María García, de quien dice: "Es el admirador número uno de Cataluña y del Barcelona, pero no hablo con él por esa razón, sino porque me da la oportunidad de reflejar las cosas como son".Schuster sentencia que siempre se exige más a sí mismo y pocas veces se conforma con su actuación. "En cierta medida", dice, "los futbolistas somos artistas, aunque no todos, y se suele decir que mi forma de jugar es bonita. A pesar de que eso me satisface, yo veo la estética como parte de mi trabajo". Sobre el fútbol actual, opina que "para que fuera espectáculo harían falta más jugadores técnicos, pero sí es negocio, porque el dinero tiene cada vez más importancia y es una pena que el deporte pierda su atractivo".

El jugador es consciente de que su salida del Barcelona no será distinta a la de Cruyff, Neeskens o Maradona. "No tengo noticia", afirma, "de ningún jugador extranjero que se haya marchado del club sin problemas. He pensado mucho en la causa de ello, pero es muy difícil averiguar la verdad y estoy convencido de que estas situaciones se repetirán siempre".

Insiste en no jugar el Mundial de México con la RFA: "Me encuentro muy bien así. Volver a Alemania significaría volver a tener problemas". Sobre el contrato firmado con el Barcelona hasta 1988 opina: "Quizás es un tiempo muy largo, pero me encontraba bien aquí y creí que eso no cambiaría en estos años".

Schuster mantiene que, al principio, no le importaba demasiado el dinero. "Pero ahora", asegura, "tengo la responsabilidad de mi familia y es lógico que me preocupe de ganar lo suficiente como para poder retirarme sin problemas".