El Joventut consiguió frenar otra vez al Barcelona

Aito García Reneses, técnico del Barcelona, volvía a Badalona por primera vez desde que se hizo cargo del equipo azulgrana. Lo hizo elegantemente vestido y se sentó en el banquillo abrigado por una cazadora; después, a medida que transcurría el encuentro, se despojó de la prenda y acabó en mangas de camisa. El Joventut, una vez más -de los últimos seis enfrentamientos entre ambos equipos, los verdinegros han ganado cinco-, dejó al Barcelona casi en paños menores y lo hizo echándole coraje. Todo lo contrario que el Barga.Todo parecía fácil para el Barcelona. El Joventut no podía contar con Andrés Jiménez, convaleciente de una desafortunada fractura de tabique nasal. Tenía a uno de sus norteamericanos, Greg Stewart, falto de forma después de haberse pasado una semana en su país por enfermedad de su padre. Y, por si esto fuera poco, a falta de 7.14 minutos para el final de la primera parte y con un 22-25 adverso en el marcador, uno de sus jugadores básicos, Montero, ya había acumulado cuatro personales.

Pero los hombres que dirige Miquel Nolis supieron crecerse ante tanta adversidad y ni siquiera se inmutaron cuando el sustituto de Montero, Jofresa, se tuvo que ir al vestuario, lesionado en el tobillo. Salió a la pista un chavalín inexperto, Sergi López, que demostró maneras. Pero López no podía conducir al Joventut a la victoria y de esta circunstancia se aprovechó el Barla, que se fue al descanso con un tranquilizador 52-45 a su favor.

El bullicioso público de Badalona vio con sorpresa cómo volvía a la pista Jofresa, con un fuerte vendaje en su rodilla derecha. Muchos dudaban de que pudiera aguantar. Pero aguantó.

El Joventut, con un Villacampa que anuló a todos los hombres que le echó Aito por delante y un Margall pletórico, se acercaba al Barça, pero no lograba ponerse por delante. Hasta que llegó la jugada clave, que condenó al Barga y también a su técnico. Porque fue Aito, con su actitud al protestar una personal a Ortiz castigada con técnica, quien propició que los verdinegros alzaran el vuelo, cuando los azulgrana mandaban por 84-80. A falta de 4.26 minutos para el final, el Joventut ya había igualado a 86 y, cuando perdió a Margall, ya estaba por delante, 91-86.