El congreso del Partido Comunista de Cuba aprueba un proyecto de programa

Los delegados que asisten al del Congreso del Partido Comunista de Cuba aprobaron en la noche de ayer un proyecto de programa cuyo contenido no ha sido dado a conocer todavía y que será sometido a discusión pública con vistas a su adopción definitiva hacia fines de 1986.

Una resolución adoptada por el congreso llama a los cubanos a participar, en el cuadro de las organizaciones políticas y sociales, al debate sobre este proyecto de programa.Según fuentes consultadas por la agencia de noticias France Presse, el documento, de una extensión aproximada de 200 páginas, está dividido en dos partes. La primera es histórica, mientras que la segunda se refiere a los objetivos y las tareas del Partido Comunista de Cuba en todos los sectores de la vida política, económica y social. El proyecto de programa da prioridad al desarrollo económico y a la eficacia en este sector.

En el documento se afirma que el fin de la edificación del socialismo "constituye un deber histórico ineludible con respecto a todos los pueblos hermanos del mundo, en particular los de América Latina".

Claves de la estrategia

La eficiencia de los mecanismos económicos, la aceleración del proceso de industrialización y el incremento y diversificación de las exportaciones se perfilan como las principales claves de la estrategia cubana para los próximos años. Las aspiraciones de Cuba en el sector de la economía para el presente quinquenio y sus objetivos de desarrollo hasta el año 2000 aparecen recogidos en el Informe Central presentado en la sesión inaugural del III Congreso del Partido Comunista por Fidel Castro.

Al exponer el miércoles los objetivos económicos para el quinquenio 1986-1990, Castro dijo que Cuba se proponía un crecimiento anual del 5%, aproximadamente, a pesar de la desfavorable coyuntura mundial.

En el capítulo de los intercambios comerciales se espera un crecimiento medio anual del 5% para las exportaciones y sólo el 1,5% para las importaciones.El plan también sugiere el aumento de la eficiencia económica y de la productividad del trabajo, la reducción en índices de consumo de materiales, y la ejecución de nuevos programas científico-técnicos que pretenden "dirigir y concentrar" los recursos científicos del país para dar solución a los problemas económicos "más importantes y estratégicos".

La política de ahorro de los recursos energéticos continuará vigente, y con tal fin -precisa el informe- se ha elaborado un programa nacional que abarca 10 grandes esferas de acción y 34 temas principales, con miras a disminuir en un 10% el consumo hacia 1990.Paralelamente, el plan quinquenal afirma que la extracción de petróleo alcanzará los dos millones de toneladas y la refinanciación crecerá un 30% en comparación con el período anterior. Para la industria azucarera se prevé un incremento del 15%, y contará con un grueso de inversiones destinadas a la reposición y ampliación de sus instalaciones y, en particular, a la infraestructura agrícola.

El Informe Central -balance de la gestión en las esferas política, económica y social, y exposición de sus proyecciones futuras- señala que la isla espera recibir hacia 1990 1,2 millones de turistas, y expresa la aspiración de elevar la producción, principalmente en los cítricos, el níquel, el mármol y el tabaco, que son fuentes de divisas para la isla.

Incremento y diversificación

Pero la estrategia económica de desarrollo hasta el año 2000,que se plantean las autoridades cubanas se basa fundamentalmente en el incremento y la diversificación de las exportaciones, la sustitución de las importaciones, el ahorro y el fortalecimiento interno de la economía.

En síntesis, tales objetivos suponen a los cubanos un llamamiento a "apretarse el cinturón" y a trabajar con más eficacia, austeridad y exigencia.

Fidel Castro consideraba en el informe que Cuba tiene "mucho que aprender todavía en materia de eficiencia", y que los cubanos no deben comportarse "como aprendices de brujos, es decir, aprendices de capitalistas".

El líder cubano advirtió que "no habrá la menor tolerancia con la indolencia, la incapacidad y la irresponsabilidad y que los funcionarios deficientes continuarán siendo sustituidos".

"La etapa de aprendizaje debe quedar definitivamente atrás; afirmó. "Es hora de aplicar ya a plenitud el enorme cúmulo de experiencia y conocimientos adquiridos en los años de revolución", agregó Castro.

Ayer intervinieron algunos de los extranjeros invitados, entre ellos el presidente nicaragüense, Daniel Ortega; el miembro del Buró Político del Partido Comunista de la URSS Egor Ligachov, y el viceministro de Defensa de Angola, Antonio dos Santos.